
Sergio Abreu: "Sin comercio y trabajo no habrá paz social"
El secretario general de Aladi cuestiona la bazuca comercial de Estados Unidos y llama a los gobiernos a impulsar el comercio
Con la frontalidad que lo caracteriza, el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), Sergio Abreu Bonilla, expone la situación económica de la región y da la receta para lograr la paz social.
- ¿Cómo están las relaciones comerciales con América Latina?
- Estamos en un cambio de era. La bazuca arancelaria del gobierno de Estados Unidos, más allá de todos los intereses, ha destruido el sistema multilateral de comercio. Con este tipo de posición unilateral, de poner aranceles y enfrentamientos, se ha perdido la seguridad jurídica de las reglas creadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
- Se dificultan los procesos de negociación.
- Sí, porque no hay seguridad jurídica. Y entonces los países grandes, unos u otros, aplican aranceles, impuestos o restricciones, o conductas de carácter político o comercial, sin ajustarse al derecho y a las normas. Cuando no existen las normas, no existe la seguridad para los más pequeños. Es decir, los países pequeños, si no están en la mesa, están en el menú. América Latina no es una sola, son varias; son distintas; tienen intereses diferentes, geografías diferentes.
- ¿Son varias? ¿Cuántas?
- Por ejemplo, México es una economía muy importante y más del 80 % de su comercio lo tiene con Estados Unidos. Brasil, que es el más grande, con 220 millones de habitantes, su socio principal es China. El socio principal de Argentina y de Uruguay es China. El mundo ha cambiado y lo que está cambiando son las grandes potencias, pero las estrategias tienen que ser diferentes.
- ¿Dónde quedan los países más pequeños?
- El gran problema es que la integración, que antes era una estructura que se desarrollaba, está impactada por dos elementos, la fragmentación política y la nueva realidad internacional, sobre todo del comercio internacional. En la Aladi, por ejemplo, no existe cláusula democrática; tampoco en la OMC, porque son temas comerciales. Sin embargo, se ha traslado una fragmentación política de un lado y del otro. Y todo eso, en vez de exclusivamente hacer comercio, se polariza políticamente pensando con cabeza del siglo XX los problemas del siglo XXI.
- Lo que debe existir son corredores de comercio, infraestructura y bloques que permitan dinamizar el comercio.
- Exactamente. Y justamente en el continente -nosotros en la Aladi somos 13 países- se comercia apenas el 11%.
- Poquísimo.
- A diferencia de Europa que tiene más del 60% y Asia que tiene cerca del 60%. Pero el gran tema es que América Latina, la región, más allá de la diferencia, es la más desigual del planeta. ¿Qué quiere decir? Que la desigualdad está en funciones de oportunidades, de educación, comercio y, sobre todo, de inclusión social.
- ¿Y afecta la inseguridad?
- Los aspectos de seguridad, son nacional, interna y jurídica, pero sobre todo para los micro, pequeños y medianos empresarios que tienen que tener la tranquilidad de saber que pueden superarse en su trabajo, que pueden comerciar, que no tienen por qué estar sometidos a extorsiones o simplemente a mafias que tratan de ir conquistando sus sectores de comercio.
Hoy, la América Latina maneja 600.000 millones de dólares anuales en narcotráfico y crimen organizado
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- Una bestialidad.
- Y tiene la tasa de homicidios más alta del mundo. Será más difícil si eso no se va regulando con oportunidades de comercio sobre la pequeña y mediana empresa y la educación, que estructuralmente es un desafío cuando estamos del tránsito a la Inteligencia Artificial y todo lo demás.
- ¿Qué tanto funcionan las plataformas digitales?
- Las plataformas digitales todavía no están reguladas, en general, de manera que hoy, cómo va la orientación, la inteligencia artificial va a sustituir a la emocional. Cuando uno accede a una plataforma, lo que no se llega a percibir es que paulatinamente le va orientando en su capacidad de razonamiento y le hace perder silenciosamente su libertad de pensar. Aladi tiene una plataforma, Pymes grandes negocios (https://pymesgrandesnegocios.org/), a la que se accede gratis. Cualquier empresario del Ecuador, que quiera exportar algo o quiera ver qué oportunidades tiene acá en el mercado, puede acceder a esta plataforma.
- ¿Desde cualquier país?
- Sí. Ahí le dicen: puede tener esta posibilidad, los impuestos o aranceles son tanto, las restricciones son tanto, y también tiene la competencia para poder exportar acá o allá. Si después de eso tiene algunas dudas, se le capacita de forma directa, se le va ayudando. Después se hacen ruedas de negocio entre las empresas para, como llaman ahora, complementar su cadena de valor. En esa plataforma van a ver los bancos de todos los países que financian micro, pequeñas y medianas empresas.
- Una plataforma poco conocida en Ecuador. ¿Cómo hacen para difundir esta información?
- Es un tema de la voluntad política de los países, con las cámaras de comercio, con las distintas confederaciones... Hoy tenemos más de 40.000 productos inscritos.
- ¿Qué tanta participación hay de los ecuatorianos? ¿Qué tanto apoyan las cámaras, las federaciones, el gobierno?
- Hay, pero necesitamos mucho más. La fragmentación de América Latina se debe a que todo el mundo piensa en los tres, cuatro o cinco años. No existe planificación a largo plazo. Y las redes sociales acortan todo lo que sea un razonamiento. Lo que realmente tenemos que ir viendo es el cóndor ecuatoriano: vuela alto y mira lejos.
- ¿Se mira corto?
- Se mira corto y el cóndor tiene cataratas.
- Ecuador, ¿en qué grupo de países está? En los grandes, medianos o pequeños.
- En los pequeños; está clasificado por el tratado de 1980, de tal manera que es el país de menor desarrollo económico relativo, pero tiene una enorme ventaja porque es el país de mayor biodiversidad. Tiene su estructura productiva, su geografía, su Amazonas, su altura y su costa.
- Y todos los climas al mismo tiempo.
- Y lo que necesita es eso. La inclusión social no se hace con ideologías o teorías, se hace con comercio, ayudando a la gente para que se eduque, se forme. Si no hay inversión no hay comercio. Si no hay comercio no hay trabajo, si no hay trabajo, no hay paz social.
- Es lo que estamos viviendo.
- Cada vez que hay un problema, se crea una organización nueva. Y entonces se creó Unasur, se cayó Unasur. Después vino Prosur, se cayó. Ahora empezaron con Celac. Todo es el discurso político del siglo XX. No tienen la cabeza en el siglo XXI. Están todos pensando aún en la guerra fría, en quien tiene la culpa pero nadie es capaz de decir, por qué yo he fracasado en tener un sistema educativo en el que el nuevo estudiante se forme para las nuevas exigencias de un mercado, para la inclusión social.
- ¿Qué recomendación le daría a los ecuatorianos y a los gobernantes ecuatorianos?
- A los gobernantes de todos los países, que busquen los instrumentos que faciliten el crecimiento y el comercio de la micro, pequeña y mediana empresa, internamente por supuesto, pero también en su inserción comercial y para eso tienen que impulsar los pasos de frontera, la facilitación del comercio y hacer conocer los instrumentos que no se conocen. Nuestro subdesarrollo, más que económico y comercial, es político.
- Y de pensamiento.
- Tenemos una enorme lentitud en el pensamiento de hoy frente a la vertiginosa velocidad del avance del mundo digital y de los temas que se plantea, sobre todo, en el mundo comercial. Se necesita liderazgo en todos los niveles, de gente con fuerza, con visión de mediano plazo y capaces de construir armonías, que no es fácil dentro de nuestra región. No podemos estar buscando todos los días el enfrentamiento porque el que no construya armonías hoy está condenando a los países, a las empresas y al continente a la irrelevancia porque los demás siguen.
- Y en esto, ¿qué tan importante es para un país permitir el arbitraje internacional en la solución de conflictos?
- Yo, que he trabajado mucho en el Comité Internacional de Arbitraje en Uruguay, y también en el de París, creo que los arbitrajes son una solución práctica, más segura a veces, y menos burocrática. El arbitraje es un auxiliar, de primer nivel, sobre todo para los países.
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