La histórica casa de Gabriel García Moreno se renueva
Se inició la primera fase de rehabilitación de la emblemática vivienda. Tras su intervención, albergará al Archivo Metropolitano de Historia
A un costado de la Plaza de Santo Domingo, en pleno Centro Histórico de la capital, se levanta imponente la antigua casa del polémico expresidente Gabriel García Moreno.
Con más de 2.000 metros de construcción y 150 años de historia, la vivienda neoclásica ha pasado por varias manos desde que la levantaron. Fue una casa familiar, luego un edificio estatal, y durante casi una década permaneció abandonada, a la merced del tiempo y de ocupantes clandestinos que aprovechaban esa desatención para apropiarse del inmueble patrimonial.
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El deterioro era tal que hasta 2020 la fachada de la casa se apoyaba en altísimos andamios.
Ahora, la labor de rehabilitarla y devolverla a su antiguo esplendor está en manos del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), que inició los trabajos al interior de la casa.
Así lo explica Karina Núñez, directora de Obras de la entidad.
“Por la situación de abandono en la que se encontraba la casa, se presentaron varios problemas en las cubiertas y acabados, y situaciones de humedad”, comenta la funcionaria.
Previo al inicio de los trabajos, se llevó a cabo un refuerzo de la estructura patrimonial.
La rehabilitación de la casa se llevará a cabo en dos etapas. La primera, que se extenderá hasta agosto de este año, tiene una inversión de $750.000 y consiste en reparar paredes de ladrillo, adobe y bahareque con altos niveles de deterioro; pisos y entrepisos con madera en malas condiciones y a punto de colapsar; renovar muros que requieren reforzamiento, reemplazar baterías sanitarias en pésimas condiciones, entre otros aspectos, que serán subsanados por un grupo de trabajo de sesenta personas.
La segunda fase empezará su proceso de contratación este año y se desarrollará en el último trimestre de 2024.
La intervención del IMP también ha arrojado pequeñas joyas como un mural decorativo que será recuperado.
Leonardo Espín, restaurador del Instituto, comentó en una entrevista que los análisis de laboratorio dieron evidencias para saber el tipo de pintura colocada sobre el original, así como el número de capas: en unas partes tres y en otras hasta cinco. “Tocaba ir viendo capa por capa para no irnos mas allá del original”.
Una vez recuperada, la casa se convertirá en la nueva sede del Archivo Metropolitano de Historia, que actualmente funciona en el Palacio de la Circasiana. Ese espacio ha quedado pequeño para la cantidad de tomos que este alberga.
El proceso de modernización del Archivo se inició el año pasado con la digitalización de 1.000 tomos. “Empezamos con los tomos más antiguos del Archivo, que datan desde 1603 hasta 1944”, detalló Karen Proaño, directora de Inventario Patrimonial de Instituto Metropolitano.
En el sitio, esperan la mudanza con ansias. “Es cuestión de meter los volúmenes en contenedores y organizar el transporte con custodios. Ni bien nos informen de que todo está listo, nosotros estamos preparados para mudarnos”, aseveró Sonia Merizalde, encargada del Archivo.
- Inversión. El Instituto Metropolitano de Patrimonio señaló que la inversión en la primera fase de la intervención es de $750.000. Concluirá en agosto.
- Fase. La primera etapa conlleva la renovación interna de la estructura y la adecuación de espacios como los sanitarios. Concluirá en agosto de este año.
Un pasado lleno de traspiés
El expresidente Gabriel García Moreno compró el terreno donde se ubica la casa en 1870. Los arquitectos Juan Pablo Sanz y Francisco Schmidt llegaron al país para construirla y, cuatro años después, aun sin que la edificación estuviera totalmente terminada, el exmandatario se mudó a esta. Sin embargo, solo residió ahí pocos meses, pues fue asesinado en 1875 en la Plaza Grande.
La casa pasó a manos de su hijo, quien la habitó hasta 1931, cuando la perdió por deudas.
Tras convertirse en propiedad estatal, funcionó primero como Ministerio de Obras Públicas y luego como Ministerio de Educación y Cultura, hasta que quedó abandonada.
Durante los años de desocupación, esta fue invadida por habitantes de calle que debían ser desalojados cada cierto tiempo. La recuperación de la fachada empezó en 2021.
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