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Candidato. El pastor Gerson Almeida quiere llegar a la presidencia para hacer lo que ya está hecho: conectar la producción con la productividad.EXPRESO

Instantáneas electorales: Salario y empleo vistos desde la luna

El mundo del trabajo , según una candidata a la Vicepresidencia y uno a la Presidencia, es un juego de niños

LA SORORIDAD SEGÚN ANA MARÍA PESANTES

1. “Espero que ese dinero le sirva más a usted que a mí. Para enriquecerse más. Yo por mi parte asumiré mi error al confiar que usted es una mujer de palabra. Veo que evidentemente no lo es”. Cuando Ana María Pesantes, hoy candidata a la Vicepresidencia de la República en binomio con el cantautor Fernando Velasco, recibió este mensaje en su WhatsApp, el pasado 20 de enero, hizo lo mismo que venía haciendo desde hacía ocho meses: guardar silencio. De hecho, en las 27 capturas de pantalla que conforman la totalidad del chat al que pertenece ese mensaje, es muy poco lo que dice Pesantes mientras su interlocutora, una humilde empleada de un hotel, se desgañita intentando todas las maneras de aproximación posibles para cobrarle una deuda. 

Sin éxito. La hoy candidata le da largas, le pone fechas de pago que no cumple, se hace la loca y, para terminar, al cabo de un año y dos meses de intercambios delirantes, le dice que ella no le debe nada a nadie y la manda a hablar con su abogado. La deuda, que había sido contraída por la empresa de Pesantes, Experiencias Marketing, con el hotel en el que trabajaba la pobre empleada, la terminó pagando esta última de su ya exiguo salario. 2.182 dólares con 46 centavos. Por la jeta.

Contactada por este Diario, Pesantes admitió la existencia de la deuda y no negó (al contrario, confirmó tácitamente) la autenticidad del chat. Lo cual es mucho decir porque el chat es vergonzoso. Arranca el 13 de mayo de 2019 con un pedido directo de la empleada del hotel: señora, le dice, han pasado ya varias semanas desde el evento, he tratado de comunicarme, usted no me contesta y el saldo pendiente no ha sido cubierto. “Usted quedó en enviarme el pago y no lo tengo”. 

Pesantes calla.17 de mayo (viernes): nuevo intento: Ana María, ¿cuándo va a pagar? Pesantes contesta: “el lunes le daré la respuesta”. 20 de mayo (lunes), cinco de la tarde: “Ana María, buenas tardes, estoy esperando”. Pesantes calla. 21 de mayo: “Ana María, su ausencia de respuesta es preocupante”. Pesantes ofrece pagar el 31. Dice que “ya está programado”. 3 de junio: Ana María, ¿Ana María? 4 de junio: señora, voy a hablar con el gerente de BMI, que es la persona que contrató a su empresa para organizar el evento en nuestro hotel. 5 de junio: “Ana María, acabo de reunirme con BMI y me indican que a usted ya le pagaron el evento”. 6 de junio: “Ana María, ¿me puede recibir en su oficina?”. A todo esto, Pesantes calla.

Sigue un silencio de seis meses, al cabo de los cuales la empleada del hotel vuelve a la carga con un tono mucho más dramático. 20 de enero de 2020: “Señora Pesantes, buenas tardes. Ha pasado un año. Tenga un poco de compasión. Me van a descontar a mí”. Pesantes calla. 28 de enero: “Señora Pesantes, espero que esto quede en su conciencia, si la tiene (…) Dios tenga compasión de usted”. Pesantes contesta: “Hola. Qué gusto saludarla. Gracias por sus buenos deseos. Estoy segura de que este año será mejor que el pasado. En cuanto esté lista para el pago se lo haré saber”. 29 de enero: “Señora, estoy firmando mi descuento. Tenga un poco de compasión”. Pesantes calla. 11 de febrero: “Por favor indíqueme si va a hacer el pago”. Pesantes calla. 9 de abril: “No permita que me sigan descontando sus obligaciones”. Pesantes calla.

El 6 de julio la mujer estalla: “Señora, el hotel me está descontando su deuda. Soy una mujer que necesita ese dinero ahora más que nunca. Estoy embarazada y sin ingresos. Póngase en mi lugar. Le he llorado. Le he suplicado. Pague lo que debe”. Sigue una larga, larga letanía de lamentaciones, ruegos, súplicas, manifestaciones de impotencia, dolor puro. Pesantes contesta: “Me muero de pena por lo que está pasando, espero de todo corazón que pueda salir adelante. Le informo que la empresa es la que debe al hotel, no Ana María Pesantes”. Y luego: “si quiere puede comunicarse con mi abogado”. Y eso fue todo. Tras un año y dos meses de admitir la deuda y posponerla, Pesantes termina negándola. Pasando la pelotita a la empresa, Experiencias Marketing, en la cual, por cierto, ella figura como “Founder”. Desde entonces, esa fue la explicación oficial que manejó para sacarse de encima el problema. Y esa fue la respuesta que dio a este Diario cuando se le preguntó sobre el asunto.

Ahora Ana María Pesantes quiere ser vicepresidenta de la República. ¿Eso quiere? Sabe, sin duda, que no tiene la más remota posibilidad de triunfo. Pero ser candidata engrosa el currículum. Y un currículum grueso es bueno. Sirve para hacer negocios.

TRABAJO Y EMPLEO SEGÚN GERSON ALMEIDA

2.Si el discurso del pastor Gerson Almeida sobre los derechos de los homosexuales causa tanta grima, es porque no se le ha puesto atención cuando habla de otras cosas. Después de todo, sobre la homosexualidad tiene las ideas claras. Cuando se le pregunta al respecto, responde: “No tiene que haber represalia contra nadie”. Así funciona su mente: piensa en homosexuales y piensa en represalias. Para negarlas, sí, pero las piensa, es un tema en el que no se pierde. En cambio, cuando habla sobre trabajo y empleo, por ejemplo, el candidato se convierte en el rey del galimatías. Oigámoslo.

“El problema del empleo es algo que realmente a nivel nacional y también internacional, hoy, que se ha agravado con este asunto de la pandemia, nosotros tenemos que cambiar”, dijo en una entrevista digital con diario El Comercio. ¿Cómo piensa hacerlo? Fácil: “Nosotros -explica- somos un país que produce muchísimo y lo que tenemos que hacer es conectar esa producción con la productividad”. ¿Queda claro? Conectar la producción, es decir la acción de producir o la cosa producida, con la productividad, es decir la capacidad o la potencia productora. Cualquiera diría que estaban conectadas desde siempre, pero no. Porque solamente conectándolas, según Almeida, se obtienen fuentes de trabajo y fuentes de empleo. Que no son la misma cosa.

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He aquí la diferencia: “El trabajo es la capacidad que tiene una persona para generar aprovechando los elementos que tiene a su disposición. Y el empleo normalmente atiende a todas estas circunstancias”. A la hora de las definiciones el pastor Almeida es tan claro como una noche de niebla en Londres. “El empleo -continúa- es necesario, y se tiene que dar, pero a raíz de algo que es el principio, la conectividad, la activación, viene a ser el trabajo”. Lo que quiere decir (o mejor dicho: lo que finalmente terminará diciendo) es que una persona que sale de la universidad no debería ir a buscar empleo sino trabajo. Porque aquel que trabaja, dice, va a generar empleo.

Ejemplo: un abogado recién graduado no debería ir a golpear las puertas de los ministerios o las empresas, ni tratar de ubicarse en un estudio jurídico de renombre, sino ponerse el suyo propio. Así, al cabo de poco tiempo, terminará contratando amanuenses, secretarias, mensajeros, cada quien según su sexo. Y ahí es donde entra su gobierno. ¿Haciendo qué? Repartiendo plata. A cada graduado de la universidad (al abogado, al médico, al ingeniero…) un billetito. Eso es lo que él llama “activar al muchacho” y en eso consiste lo que entiende por “activación económica”. “Sale de la universidad y el Estado, no paternalista, sí práctico, lo que hace es inyectar una cantidad de capital”. Enseguida los recién graduados se ponen a trabajar para producir empleo a ritmo de vuelta a Francia. Almeida cree saber incluso de dónde va a salir tanto dinero: “Hoy por hoy -dice, o sea hoy- el Ecuador tiene 1.500 millones de dólares dispuestos para la reactivación. Están disponibles, están en Finanzas esos recursos”. No tiene ni siquiera que buscarlos. Nomás agarrarlos y gastarlos.

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Así con la política de empleo del candidato del Movimiento Ecuatoriano Unido. Quizá debería centrarse en los derechos de los homosexuales. El mundo del trabajo, según una candidata a la Vicepresidencia y uno a la Presidencia, es un juego de niños

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El pastor Gerson Almeida tiene la solución para el desempleo: inyectar capital a todos y cada uno de los graduados universitarios. Lo llama “activar al muchacho”.

La Cifra

2.182 dólares

Durante más de un año, una humilde mujer asalariada persiguió a la candidata Ana María Pesantes para que le pague una deuda. Pero ni poniéndose de rodillas.