Han pasado 35 años desde que los estudiantes universitarios politécnicos, Fernando Valencia y Gustavo Villacreses, decidieron emprender. Todo empezó como un hobby para aprovechar el tiempo que les quedaba después de clases y ahora la empresa está con alrededor de 100 empleados y factura sobre los 8 millones de dólares cada año. En la actualidad Fernando Valencia tiene los derechos de Ecuamatriz. El fundador, de 65 años de edad, asegura que la perseverancia y trabajo fuerte los llevó a fortalecer la empresa.

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Empezaron en un galpón en Quito, cada uno aportó con 1,87 dólares, aproximadamente (50 mil sucres), que consiguieron mediante crédito. Compraron máquinas usadas y empezaron a fabricar fibras de vidrio. Una vez que se graduaron, ese ‘pasatiempo’ se convirtió en la fuente de empleo y decidieron hacer crecer la empresa. Después fueron contratados por Inecel para un proyecto en el Oriente, pero no se adaptaron. Vendieron todo lo que tenían para costearse los estudios de posgrados en España.

Cuando regresaron nuevamente se unieron para trabajar en unidad y crearon la sociedad de hecho con el nombre de Tecnometal. Así fue cómo, hace 35 años, nació Ecuamatriz, compañía de matricería y producción. La empresa está en el sector industrial de la parroquia Santa Rosa, en Ambato. Valencia menciona que se especializaron en el diseño de moldes para elaborar piezas para la industria y producción en serie. Fabricaban guardachoques, gatas hidráulicas y baldes para las camionetas.

En la guerra con Perú en 1995 tuvieron la mayor inestabilidad económica y vieron la necesidad de diversificar su línea de producción. En la actualidad trabajan con: línea eléctrica, se encargan de fabricar las lámparas para el alumbrado público y reflectores industriales, cajas de protección de los medidores eléctricos y los tableros que comercializan en todo el país.

Los ejecutivos de esta firma sostienen que cada año están creciendo a un ritmo del 10 al 12 % de manera sostenida. Entre sus productos que más se comercializa son las cajas para los medidores de energía eléctrica y del agua.

En época de pandemia hicieron el lanzamiento de los medidores inteligentes con sistema AMI y la línea de luminarias led para el alumbrado público. La firma cuenta con las normas de certificación ISO 9001-2005 y norma Inem. Pese a que la marca no es tan reconocida en el país, siempre han estado presentes en las familias ecuatorianas. La próxima meta será la internacionalización. Se aspira a expandir su producción a Centroamérica. 

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