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Las pequeñas tiendas que se abrieron en pandemia ahora registran menos visitas de clientes.Karina Defas.

La tienda de barrio pierde brillo tras el ‘boom’ de la pandemia

Locales que nacieron en 2020 han cerrado por sobreoferta en el sector. El mayor costo de los arriendos también golpea z Los clientes cambiaron de hábitos.

En febrero de este año, Juan Moya cerró definitivamente su tienda que abrió en 2020, en medio de los meses más estrictos de confinamiento para evitar la pandemia de COVID-19.

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“Vi una oportunidad. Me arrendaron un local a mitad de precio y las ventas de legumbres y alimentos no dejaban de subir”, cuenta el comerciante.

Pero en 2022 la situación es diferente. Las ventas se han reducido y otros costos, como la renta del local, se han incrementado. “Ya no es negocio”.

Al factor de la inflación en los arriendos se suma otro problema: mayor competencia, aseguró Guido Varela, director de la Red Ecuatoriana de Tenderos (RET). La falta de empleo en el país llevó a muchos trabajadores a abrir tiendas de barrio para conseguir ingresos.

“Aumenta la competencia, la demanda se mantiene estática y ya no es negocio para tantos puntos de venta. Porque la tienda de barrio requiere de la visita frecuente de la ama de casa”, aseguró Varela.

A escala nacional, la RET registra unas 140.000 tiendas. La mayoría están en Quito y Guayaquil. Por ahora, la organización no cuenta con una estadística del número de tiendas que han cerrado en los últimos meses.

El levantamiento de las restricciones y el regreso a las oficinas provocó también el retorno de los clientes a los supermercados y a los centros comerciales, aseguró Santiago García, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha.

También hay otro factor, según Varela: la aparición de locales denominados ‘hard discount’ (descuento agresivo) en los barrios y que son propiedad de grandes cadenas de supermercado.

Por ejemplo, Corporación El Rosado ha incursionado con sus locales Tuti en provincias de la Costa y ahora también se expande a la Sierra. En el caso de Corporación Favorita, Akí Vecino tiene el objetivo de llegar a lugares de alta densidad de personas.

“Es muy difícil competir porque ellos llegan con marcas propias a unos precios que no son los que manejan las tiendas de barrio. Eso hace muy difícil la competencia”, aseguró Varela.

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El costo de la renta de locales comerciales ha crecido en sitios claves de las urbes, aseguró Germán Carvajal, gerente de la división inmobiliaria de la consultora de mercado Marketwatch. Los clientes se han volcado nuevamente a los centros comerciales tras el fin de las medidas de restricción.

“La gente ha decidido no ir a comercios en vía (como tiendas de barrio) por lo difícil del parqueo y la inseguridad. Prefieren áreas comerciales cerradas y que tengan atractivos”, argumentó Carvajal.

En ese contexto, la Red Ecuatoriana de Tenderos preparará capacitaciones para los propietarios de negocios, con el fin de que se adapten a la nueva realidad.

Manuel Tipán cerró su tienda que estaba ubicada en el norte de Quito en enero de 2022, tras varios años de funcionamiento. Él cree que la sobreoferta de locales influyó en la caída de sus ventas. “En cuestión de meses abrieron tres locales cerca del mío y perdí clientela. Las ventas se fueron derrumbando”, contó el comerciante.

Vera Loor, quien atiende una tienda en el centro-norte de Quito, manifestó que el flujo de clientes se ha reducido en los últimos meses, en comparación con 2020 y 2021. Al menos considera que el número de clientes ha caído un 50 %.

Si bien algunas tiendas y negocios han cerrado, las ventas en general del sector privado en Ecuador han crecido. De acuerdo con cifras de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), las ventas del sector privado sumaron $ 37.067 millones en el primer trimestre del año. La cifra es 12 % superior a la de 2021 y un 5,1 % más alta que la de 2019, año previo a la crisis económica.

Hábitos

  • Gastos: Un estudio de dichter & neira (d&n) de 2022 reveló que en la región Costa el gasto promedio por visita a la tienda de barrio fue de $ 1,17; mientras que en la Sierra el gasto promedio de las personas fue más alto: de $ 1,38.
  • Días: Según el estudio, miércoles es el día de mayor transaccionalidad en el canal, tanto en la Costa, como en la Sierra; notándose que el 15 % de las transacciones en tiendas de la Costa se realizan después de las 21:00, mientras que en la Sierra esta cifra llega al 8 %.
  • Preferencias: El ranking de categorías más compradas en las tiendas de Sierra y Costa, según d&n, son muy similares, diferenciándose la región Sierra con el chocolate, mientras que en la Costa destacan los isotónicos (bebidas hidratantes).