
El terror ‘silencia’ al comercio y atemoriza a sus dueños
Una pizzería de Urdesa y una picantería de la Alborada cierran sus puertas por la falta de seguridad
Nadie puede discutir que a Guayaquil le falta seguridad y que cada vez aparecen más casos de locales cerrados por un denominador común: la extorsión. Un reciente hecho fue que balearon la puerta de un negocio que vende bebidas en las calles Los Ríos y Bolivia. Y ni qué decir del explosivo que dejaron en un bazar situado en la avenida Domingo Comín, a la altura de 7 Lagos, en el sur.
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Las alarmas se encendieron aún más cuando dos negocios anunciaron el cierre de sus locales, aparentemente por la inseguridad. Uno de estos es Chicago Style Pizza, ubicado a cuadra y media del restaurante Rukito, en Urdesa central. Y es que este último local, por ejemplo, también saltó a los titulares de prensa cuando delincuentes intentaron secuestrar a su dueño.
Ahora, el dueño de la pizzería, en un comunicado oficial, reveló que el aumento de la inseguridad ha hecho que operar en esta zona sea insostenible. “Incluso salir de nuestro propio negocio se ha convertido en un riesgo”, señaló.
EXPRESO realizó un recorrido en esta zona y comprobó que existe temor, pues los propietarios de otros negocios cercanos coincidieron en que quieren seguir trabajando y que no desean que se etiquete a la zona como peligrosa. Este escenario generaría la quiebra para quienes aún sobreviven.
Una situación similar ocurrió al visitar el lugar donde funcionaba la picantería Barceloneta, en la ciudadela Alborada. Allí los comerciantes recién afectados por extorsiones prefirieron guardar silencio.
La lectura que se puede hacer de estas reacciones es que el temor ya no solo vive en las calles, sino que se ha metido en los negocios, en las viviendas y en el alma de la gente. Pero por miedo a quebrar, muchos prefieren callar y seguir como si no pasara nada.
Sin embargo, las estadísticas pintan la situación del color real, sin filtros ni negaciones. Un 52 % de empresarios restauranteros encuestados por la Confederación de Restaurantes del Ecuador indicaron que el desempeño del negocio está estancado en el segundo trimestre del 2025. El efecto de esto es que un 22 % tuvo que reducir personal, en relación al primer trimestre de este año.
Entre las conclusiones del estudio está que la mayoría de los encuestados, al igual que en el sondeo de 2022 (primer año que se realizó), consideran que la delincuencia sigue siendo el principal problema que enfrenta el sector. Aunque consideran que “los medios (de comunicación) asustan al consumidor”.
En este estudio se admite que el 6 % de restaurantes han cerrado. Sin embargo, no existe una cámara de producción que tenga un mapeo de todos los negocios que optaron por apagar la luz e irse.
“No hay una estadística exacta de cuántos negocios han cerrado por la inseguridad, porque también puede ser por una situación económica”, le dijo a EXPRESO Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil en una entrevista anterior.
Agregó que hay estimaciones de socios del gremio, quienes hablan de zonas en las que un 10 % de los comercios han cerrado. “Ese 10 % es en determinado barrio, no es todo Guayaquil, pero es una cifra súper alta”, remarcó.
Otra estadística que también muestra cómo está la situación de seguridad es la que corresponde al número de alertas hechas al ECU-911 por supuestos secuestros. De enero a mayo hubo 787, un 43 % más en relación con el mismo período del año pasado. Las zonas más afectadas son centro, sur, norte y noreste.
Y en cuanto a alertas por extorsiones, Guayaquil, Durán y Samborondón concentran el 20 % de todas las llamadas por ‘vacunas’ a escala nacional. Entre enero y mayo de 2025, el ECU-911 recibió 529 alertas por extorsiones solamente de Guayaquil.

Carlos Barrezueta
Los testimonios de quien cerró y de los que siguen
Aunque muchos callan por miedo, hay quienes rompen el silencio para contar cómo la extorsión los tiene con el alma en vilo y a muchos los ha arruinado. “Cada mes tenía que pagar 500 dólares por la extorsión. Aparte, todos los días tenía que darles 20 almuerzos para el jefe de la banda y su gente. Cerré, era imposible mantener el restaurante abierto”, le reveló a EXPRESO una persona que por estar amenazada por grupos de delincuencia organizada solicitó que no se publique su nombre.
Así mismo, otros ciudadanos contaron a este Diario que cada mes las cooperativas de tricimotos pagan desde 900 dólares, adicionales a los 100 dólares que cada chofer debe cancelar a los GDO.
Hay talleres de venta y arreglo de motos que pagan 500 dólares a los delincuentes.
También es evidente que más locales han optado por blindarse y contratar guardia privada para seguir trabajando, pero esto tiene un costo adicional para el negocio.
El trabajo de Mangle inc. que hacen los gremios
Los gremios aseguran que vienen trabajando. Para prevenir, responder y mitigar riesgos de seguridad es necesario que comerciantes, comunidad y Policía unan fuerzas. Los gremios de producción de Guayaquil crearon Mangle inc. para sumar las ideas de las universidades y del gobierno local, indicó Liria De La Torre Aguilar, coordinadora local de esta iniciativa.
Aseguró que están trabajando con el objetivo de recuperar los espacios para la comunidad. Para esto han desarrollado diálogos con jóvenes, a la vez que motivan el arte y deporte como herramientas que pueden fortalecer la convivencia.
El trabajo que se requiere es integral y se espera que a mediano plazo Guayaquil pueda recuperar la seguridad.
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