La fama de ‘mal pagador’ de Ecuador vuelve al tapete. La visita del presidente electo, Daniel Noboa, a Estados Unidos ha revivido el temor de que Ecuador pueda caer en ‘default’, es decir, dejar de pagar    su deuda en 2026 o 2027.

(Le invitamos a leer también: "Noboa no logra despejar las dudas con su plan económico que expuso a inversionistas")

Solo en 2026, el gobierno deberá hacer frente a más de 7.000 millones de dólares por compromisos a tenedores de bonos, organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros prestamistas como China, sin incluir intereses.

Por ahora, esa cifra luce impagable y las propuestas de Noboa no han dejado claro cómo el país buscará equilibrar sus finanzas para tener un mejor panorama para honrar esas deudas. De hecho, el mandatario anunció una reforma tributaria que implica menos impuestos, lo cual se traduce en menos ingresos para el Estado. Todo está en medio de un déficit fiscal que llega a 3.172 millones de dólares hasta septiembre de 2023 y que podría alcanzar los 4.500 millones  de dólares a fin de año, según analistas.

A Ecuador le precede un mal historial. Desde que existe la República de Ecuador, en 1830, el país ha incumplido en 11 ocasiones el pago de su deuda en bonos, según datos de la agencia Bloomberg.  En el mercado financiero internacional al país se lo conoce como ‘serial defaulter’, que en términos generales significa mal pagador de sus deudas.

Ecuador ya tuvo que renegociar su deuda en 2020 por problemas económicos tras la pandemia de COVID-19, por lo que una nueva reestructuración pocos años después luce complicada, según tenedores de deuda.

Toda esa incertidumbre ha hecho que en los últimos días el precio de los bonos de deuda soberana de Ecuador caigan tras las reuniones de Noboa con los inversionistas y el riesgo país roce los 2.000 puntos. El riesgo país es un indicador que mide las posibilidades de pago de deuda de un país. Mientras más se incrementa, más suben las tasas de interés para acceder a crédito, tanto para el sector público como para el privado.

Inversionistas han señalado que el Gobierno deberá tomar decisiones complicadas. Para Nathalie Marshik, directora gerente de renta fija para América Latina de BNP Paribas, el país corre el riesgo de impago en 2026-27 si los ingresos no aumentan, pero la reforma fiscal de Noboa no incluiría aumentos de ingresos. Tampoco se habla de recortar subsidios, dijo la analista. Ha dejado muy claras sus intenciones de postularse en 2025 y, como tal, existe preocupación en el mercado de que habrá muy poco espacio para reducir el déficit fiscal.

“También existe la percepción de que, si bien su equipo tiene buenas credenciales, tiene poca experiencia”, añadió Marshik a EXPRESO.

El Gobierno entrante debe tener un plan que implique la combinación de ajuste en los gastos y mayor recaudación de impuestos, señaló Gustavo Arteta, economista para América Latina del fondo de inversión PGIM.

“Lo que más molestó en las reuniones es la confirmación que el mercado percibe que en Ecuador hay un bajísimo compromiso por pagar las obligaciones (...) El presidente nuevo dice que no va a hacer nada. Su preocupación mayor es reelegirse”, añadió Arteta.

Tras su regreso de Estados Unidos, Noboa señaló que la situación complicada es compleja y que se deberán tomar medidas difíciles, pero no dio más detalles sobre sus planes.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!