
Mercados en tensión: comerciantes compran caro y venden caro
La autoridad enfatiza que todo está controlado y que no hay razón para que los alimentos suban de precio
En los mercados de Guayaquil, los precios de los alimentos se sienten más caros. Comerciantes y consumidores coinciden en que el alza del diésel ha repercutido en la canasta básica.
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En el mercado de Gómez Rendón, la papa, en agosto de 2025 se conseguía entre 20 y 22 dólares el saco, hoy se vende hasta en 37 dólares. Eso significa que la libra pasó de cinco por un dólar, a costar 40 centavos cada una.
El limón también golpea el bolsillo: un saco que antes estaba entre 30 y 40 dólares ahora se consigue hasta en 60. Y lo mismo ocurre con el fréjol tierno, que subió de 40 a 55 dólares el saco, según los comerciantes.
Los comerciantes aseguran que no pueden vender más barato porque incluso el transporte de los productos se encareció: los camiones usan diésel y el combustible ya no tiene subsidio.
Sin embargo, las autoridades insisten en que no hay especulación. El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, recorrió los mercados y señaló a Diario EXPRESO que los precios se mantienen dentro de los márgenes establecidos. Recordó que quienes sean sorprendidos especulando pueden ser sancionados con cierre de locales, multas e incluso cárcel. La autoridad animó a los periodistas a que investiguen bien el tema de los precios, pero son los mismos comerciantes que se quejan de que en el mercado de mayoristas en Montebello encuentran todo más caro.
Mientras los controles continúan en Montebello, Gómez Rendón y otros mercados, la realidad es que los comerciantes compran más caro y terminan trasladando ese costo al consumidor final.
En la calle, la percepción es clara: el precio del diésel ya impacta en la mesa de los hogares guayaquileños. Aunque las autoridades enfatizan que no hay razón para cobrar más y por ello están luchando contra la especulación.
La Gobernación del Guayas ejecutó 4.764 operativos entre el 15 y el 22 de septiembre, garantizando que no exista especulación ni desabastecimiento de productos de primera necesidad, pese a la reciente eliminación del subsidio al diésel.
Durante un recorrido en el mercado Gómez Rendón y Abel Castillo en Guayaquil, las autoridades indicaron que los precios de la canasta básica se mantienen dentro de los rangos oficiales del SIPA: papa a $ 0,40 la libra o 3 libras por $ 1, cebolla colorada a $ 0,40, tomate a $ 0,50, zanahoria a $ 0,40, pimiento a 8 por $ 1, pepino a 4 por $ 1, leche desde $ 0,50 el litro, arroz Muñeco entre $ 0,50 y $ 0,55 la libra, arroz Oso a $ 0,40 la libra y pollo a $ 1,26 la libra. Pero según la comerciante María Quishpe esto solo demuestra que no hay especulación, pero esto no significa que los alimentos no cuestan más.
Los controles de la Gobernación de Guayas hasta la presente han dejado como resultado 653 verificaciones de precios, peso y calidad; 125 controles en centros de diversión nocturna; 313 verificaciones en establecimientos de categorías 5 y 6; 62 operativos antidelincuenciales; y 36 espectáculos públicos supervisados, de los cuales 3 fueron suspendidos. Además, se han visitado 2.882 locales, se citaron 253, se suspendieron 8 y se clausuraron 4, lo que refleja el compromiso de las autoridades por mantener el orden y la estabilidad en la provincia.
Los precios en el mercado de Gómez Rendón y la opinión de comerciantes
En el mercado de Gómez Rendón, comerciantes y compradores sienten el impacto en los precios. Aunque las autoridades aseguran que no hay especulación, la realidad en los puestos refleja otra cosa.
Los vendedores afirman que los productos que llegan desde Montebello están más caros y eso los obliga a vender a precios más altos. Por ejemplo, un moño de cebolla blanca que antes costaba entre 1 dólar y 1,50, hoy se consigue hasta en 2,75. La yerbita, que hace pocas semanas se vendía en 15 dólares la carga, ahora alcanza los 35.
El saco de papa, que costaba 25 dólares, se vende en 37 o incluso 40. Y el limón, que rondaba entre 30 y 40 dólares el saco, ahora supera los 60. El fréjol tierno también se encareció: subió de 40 a 55 dólares por saco, lo que obliga a vender la libra a 1,50, cuando antes costaba apenas 1 dólar, según los vendedores.
El plátano verde sigue sin bajar, su precio subió hace varios meses por la plaga de Moko que ha afectado a algunos cultivos. La caja de verde se mantiene en 28 dólares, y por unidad el precio sigue alto: tres o cuatro por un dólar.
Los comerciantes aseguran que no pueden bajar los precios porque todo el transporte depende del diésel, combustible que ya no tiene subsidio. Incluso ellos pagan más por las carreras en las camionetas para movilizar los productos, porque un chofer que antes pagaba 20 dólares por un poco más de 11 galones de diésel ahora tienen que pagar 30,8 dólares, son 10 dólares más que los tiene que recuperar subiendo el costo del combustible, explicó Pedro Quishpe, comerciante. Agregó que esto es aparte de lo que paga para sacar el alimento desde la hacienda y se lo lleva al mercado mayorista.
Mientras tanto, las autoridades continúan con operativos en los mercados de Guayaquil y de toda la provincia del Guayas, vigilando que no haya especulación. Pero los testimonios de los comerciantes dejan claro que la cadena de costos se refleja, inevitablemente, en lo que paga el consumidor final.
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