Las aerolíneas ‘low-cost’, o de bajo costo, buscan despegar en el mercado ecuatoriano, donde han tenido que enfrentar tanto ‘ fuertes turbulencias’ como aterrizajes buenos, para iniciar y desarrollar sus operaciones en Ecuador. Con precios de pasajes que en promedio van desde 130 a un poco más de 200 dólares, dependiendo de la empresa y el destino, siete firmas han aterrizado en el país desde el 2014 con el afán de atraer clientes. Sin embargo, no todas terminaron quedándose.

Según expertos de este mercado, desde ese año hasta el 2019 se consolidó la llegada de este segmento ‘low-cost’ o, como lo dice su traducción, pasajes aéreos más baratos.

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En Guayaquil la primera marca en llegar fue JetBlue en el 2019, seguida de Spirit, Interjet, Wingo y JetSMART, que inició operaciones en abril de este 2024 en el Puerto Principal.

La llegada de estas empresas, según Marco Larco, gerente de operaciones de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG), ha estado conectada con el aumento de pasajeros que arriban a Guayaquil. En el 2023 esa cantidad creció un 4,75 % en relación al 2019. No obstante, de ese número de firmas mencionadas, solo tres se mantienen operando en las pistas del aeropuerto José Joaquín de Olmedo. Interjet y Wingo se fueron.

¿La razón de la salida? Una no pudo sostener las cifras en pandemia y quebró, y la otra no pudo con la competencia.

En Quito, en cambio, en 2014 arribó al aeropuerto Mariscal Sucre la marca Viva Colombia, la primera en el país de este segmento. Desde esa fecha se sumaron Wingo, Viva Aerobus y JetSMART.

Pero solo JetSMART se mantiene en pie, porque inició sus operaciones en marzo de este 2024. El resto se retiraron por falta de demanda en el mercado, asegura Luis Galárraga, gerente de comunicación de Quiport.

Pese a este panorama, están optimistas con la próxima llegada de Sky Airlines a la capital y el Puerto Principal, siendo esta última ciudad el nuevo centro para este segmento de vuelos, algo que Larco atribuye a la popularidad de Guayaquil, debido a un mayor aumento de la demanda.

El directivo del aeropuerto José Joaquín de Olmedo cuenta que en este 2024 durante la feria internacional del mercado aéreo, Routes Americas, lograron reunirse con un total de 18 empresas, la mayoría centradas en operaciones de bajo costo. Unas de ellas nuevas y otras ya presentes en el mercado. Todas con la visión de abrir nuevas rutas. Galárraga sostiene que Quiport también formó parte del evento, donde pudo dialogar con 19.

A decir de ambos directivos, las rutas nuevas por las que más se inclinan las compañías de este tipo están en la región: Buenos Aires (Argentina), Santiago (Chile) y Lima (Perú) figuran como los destinos más atractivos. No obstante, ambos concuerdan en que la negociación puede tardar años en finiquitarse.

Pocos incentivos

Desde Quito proyectan una evolución positiva de este mercado para los próximos 10 años, pero sin dar una mayor apreciación. Galárraga explica que una forma de atraer nuevas aerolíneas y rutas es crear mayores incentivos en un mercado que continúa decaído, pues en los últimos años la llegada de pasajeros se ha ido ralentizando.

En el Puerto Principal, estos están centrados en publicitar gratuitamente, por determinado tiempo, el arribo y los servicios que ofrecen las aerolíneas. Aunque a criterio de expertos y directivos de las operadoras de estos aeropuertos, todavía existe un gran pendiente, que tiene que ver con la revisión a la baja de las tasas municipales que se cobran, que presionan al alza el precio de los boletos y evitan simplemente que el pasajero note el beneficio del ‘low-cost’.

Marco Subía, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas del Ecuador (Aerlae), critica que las tasas por uso del aeropuerto terminen siendo muy altas, limitando la llegada de más marcas.

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“En Guayaquil las tasas y valores se manejan de forma más justa para el pasajero; mientras que en Quito, solo por el uso de las instalaciones, se cobra un valor de poco más de 60 dólares, lo que termina por influir en la decisión del usuario por usar determinadas aerolíneas”, indica.

Pero desde su percepción, el resto de tasas por factores como iluminación, parqueo y demás, en general, tanto en Quito como en Guayaquil, también resultan muy caras, lo que es una limitante para iniciar operaciones en el país.

Asimismo, Nicolás Larenas, experto en aviación, considera que la carga tributaria, costos operativos y tasas que influyen en el valor de los pasajes son muy caros en la región, subiendo el valor un 44 % más, cuando en Europa esta carga es del 22 %, dando boletos de hasta 30 dólares; a diferencia de la región, donde un boleto supera el costo de los 100 dólares fácilmente.

Factor que para él tiene incidencia en la llegada y salida de este segmento de líneas aéreas. Además, aclara que este ingreso y cese de operaciones en este tipo de empresas es un comportamiento habitual de ellas.

“Este segmento es muy susceptible a los cambios que se dan en el mercado, tanto en los precios del combustible, operativos, tasas por operación en aeropuerto, etc. Este tipo de aerolíneas van y vienen de los mercados nacionales. En el caso de Ecuador, para las aerolíneas que salen, simplemente nuestra nación no les resultó lo suficientemente rentable y van al siguiente objetivo de mercado”, dice.

Sin embargo, Subía considera que Ecuador ha tomado las primeras medidas necesarias para facilitar y atraer la llegada de compañías aéreas de este segmento. “La eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para las líneas aéreas y la tasa de Ecodelta crean una ventana para la llegada progresiva de estas empresas, y que lleguen con mejores tarifas que atraigan a los clientes y puedan funcionar aquí”. A su parecer, esto ayuda a que los precios no se eleven al punto de contradecir su propio nombre: ser líneas aéreas de bajo costo.

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