
Gobierno prevé recibir $ 4.700 millones de proyectos petroleros, en Ecuador
El Gobierno defiende ingresos proyectados por licitaciones petroleras mientras expertos cuestionan viabilidad
El Gobierno defiende los $ 4.700 millones proyectados en el presupuesto 2025 por concepto de licitaciones petroleras, pese a que restan apenas cuatro meses del año.
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"El gobierno nacional hace todos los esfuerzos para concretar que esos ingresos se hagan realidad", declaró Carolina Jaramillo, portavoz de Carondelet, al ser consultada sobre la factibilidad de materializar estos recursos en el tiempo restante.
La funcionaria calificó la proforma presupuestaria como "un ejercicio referencial", argumentando que es una estimación basada en datos disponibles al momento de su elaboración. Destacó que la proforma usó un crecimiento económico oficial del 2,8%, cuando Ecuador ha logrado un 3,9% según las cifras más recientes.
"Si eso no pasa, el Gobierno cuenta también con financiamiento por parte de organismos multilaterales", agregó como alternativa.
Entre los ingresos más ambiciosos del presupuesto figura la licitación del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) por $ 750 millones. Este proceso se ha anunciado desde hace años sin materializarse, lo que genera dudas sobre su viabilidad en el tiempo restante del año.
Jaramillo respaldó el optimismo gubernamental citando la mejora del riesgo país, que bajó a 716 puntos la semana pasada. Desde el inicio del gobierno de Daniel Noboa en noviembre de 2023, el riesgo país ha bajado de 2.016 puntos a 716 puntos actuales, una reducción de 1.300 puntos que mejora las condiciones para acceder a financiamiento en mercados internacionales.
Un presupuesto criticado
Las declaraciones de Jaramillo contrastan con las críticas de especialistas. El economista Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, calificó el presupuesto como "una Proforma irresponsable" donde "se inventan ingresos, se aumentan gastos. No se puede esperar concesiones petroleras por alrededor de $ 4.000 millones".
El presupuesto 2025 contempla una reducción del 19% en subsidios a combustibles, pasando de $ 3.093 millones a $ 2.504 millones, un ahorro de $ 588 millones. Sin embargo, expertos coinciden en que esta disminución responde principalmente a la baja de precios internacionales del petróleo, no a cambios de política fiscal.
El diésel se mantiene como el principal peso fiscal con un subsidio proyectado de $ 1.194 millones para 2025, casi la mitad del gasto total en combustibles. En contraste, el Gas Licuado de Petróleo aumentará su subsidio en $ 133 millones, alcanzando $ 870 millones.
Esta no es la primera vez que Jaramillo defiende la proforma presupuestaria gubernamental. En su rueda de prensa del 22 de agosto, cuando se presentó la Proforma 2025, confirmó las proyecciones de menor producción petrolera para 2025 y atribuyó la reducción en los ingresos petroleros a "las paradas que ha tenido el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y la baja de los precios internacionales del petróleo".
En esa ocasión, Jaramillo precisó que el déficit proyectado "no es muy diferente a la proforma anterior" y oscila entre el 4% al 4,3% del PIB, descartando nuevos impuestos y confirmando que "se seguirán dando bonos y se mantendrán programas sociales" durante 2025.
El 24 de julio también anunció el plan de fusión de ministerios y el despido de 5.000 funcionarios como parte de la estrategia de eficiencia administrativa, mostrando un patrón consistente de defender las decisiones fiscales gubernamentales pese a las críticas expertas sobre la viabilidad de los ingresos proyectados.