
Los ecuatorianos usan más las tarjetas de crédito para compras pequeñas
El uso crece un 16 %, pero el monto promedio por transacción cayó de $49,7 a $44,6, en el 2024
Los ecuatorianos usaron sus tarjetas bancarias 465 millones de veces durante 2024, es decir un 16,6 % más que el año anterior, según cifras de la Superintendencia de Bancos. Sin embargo, cada compra fue más pequeña: el pago promedio bajó de $49,7 a $44,6.
Esta paradoja revela una tendencia: mientras los ecuatorianos usamos más las tarjetas (más transacciones), gastamos menos dinero en cada compra. El monto total pagado creció apenas 4,7 %, de $ 19.808 millones a $ 20.747 millones, según señala un estudio elaborado por Fernando Jurado, quien analizando las cifras oficiales busca reflejar cuál ha sido el comportamiento de consumo de los ecuatorianos.
Jurado, economista de Acertis, interpreta los datos señalando que esta paradoja tiene dos explicaciones posibles. En su análisis explica que los ecuatorianos están migrando hacia medios electrónicos como parte de la modernización, pero también advierte que las tarjetas pueden estar siendo usadas “para satisfacer necesidades básicas porque no nos está entrando suficiente dinero por vía ingresos”.
En eso coincide David Vera, director de la Escuela de Negocios de la UIDE. Para él, esa falta de liquidez, manifestada en menores montos de compras, se debe a una “atomización del consumo”: adquisiciones más pequeñas y frecuentes, muchas veces para cubrir gastos del día a día. Una dinámica que, advierte, puede reflejar un bajo desarrollo económico.
Vera agrega que ese crecimiento del 16,6 % en las transferencias en Ecuador, sin duda, es parte de una tendencia global de un mayor uso de tarjetas, pero que se queda atrás en comparación con otros países del mundo. El experto recuerda que Ecuador aún no supera el 70 % de bancarización.
“Tenemos un crecimiento importante de plásticos, pero todavía hay un 30 % de la población que no está bancarizada”, dice. Esto sugiere que el aumento de las transacciones también puede responder a que más personas (antes fuera del sistema) empiezan a usar medios digitales para consumir.
Sin embargo, detrás de estas explicaciones hay otras señales alarmantes. Según el estudio ‘La deuda de los ecuatorianos, ¿una carga difícil de llevar?’, entre el 50 y 60 % de la población ecuatoriana está sobreendeudada, lo que significa que más de la mitad de las personas no pueden cubrir sus deudas y cargas financieras con sus ingresos.
Los datos de tarjetas reflejan esta realidad: el 78 % de los pagos se realizan bajo modalidad corriente o rotativa (cuando se paga solo una parte de la deuda y el resto pasa al siguiente mes con intereses).
Más preocupante aún: entre 2019 y 2023 la fracción de clientes con cartera vencida se incrementó dramáticamente del 14,6 % a 23,7 %; mientras que el uso de refinanciamientos y reestructuraciones ha aumentado exponencialmente, evidenciando que las medidas de alivio no logran resolver el problema de fondo.
Compras pequeñas, deudas grandes
Los expertos tienen visiones distintas sobre qué significa este cambio en el patrón de consumo. Vera cree que usar más las tarjetas para gastos menores puede ser señal de una economía débil.
Jorge Izaguirre, docente especializado en Finanzas de la UIDE, matiza este criterio: diferir compras grandes puede tener sentido, pero hacerlo con productos de consumo frecuente es riesgoso. “Una compra en el supermercado al cual vamos cada 15 días no tiene sentido diferirla, porque ahí generamos una bola de nieve que después se vuelve compleja”, advierte.
Según las cifras oficiales, 22 de cada 100 dólares pagados con tarjeta se difieren a meses (con o sin intereses). Para Jurado, esto puede ser positivo si responde a una estrategia financiera, pero también podría ser un síntoma de supervivencia económica.
Tarjetas que dominan el mercado
Visa y Mastercard concentran el 86 % de las transacciones. Visa lidera con 280 millones de operaciones (60 %), seguida por Mastercard con 120 millones (26 %). En montos pagados, ambas representan el 78 % del total.Las marcas se especializan por segmentos: Visa y Mastercard para el mercado masivo; Diners y American Express para clientes de mayores ingresos. Izaguirre agrega que los comercios prefieren Visa y Mastercard porque cobran tasas más bajas. Paradójicamente, American Express fue la marca que más creció en transacciones y montos.
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