
Los depósitos se disparan en Ecuador, pero el crédito sigue con ‘freno de mano’
El crecimiento anual de los ahorros pasó del 3,9 % al 19 %, a marzo de 2025. El consumo aún sin reactivarse
El crecimiento de los depósitos bancarios casi han llegado a quintuplicarse en el primer trimestre de este año. El indicador es positivo, porque habla de la abundancia que tienen los bancos para ofrecer crédito, pero esto último sucede pero a menor ritmo.
Según la Superintendencia de Bancos, a marzo de 2025 los depósitos bancarios del país alcanzaron un monto de $ 54.968 millones, un crecimiento que pasó del 3,9 % al 19 % si se lo mide con lo registrado en marzo de 2024. No obstante, ese 19 % todavía está muy por encima del 10,2 % de crecimiento que reporta el saldo de la cartera de crédito ($47.086 millones).
Esa disparidad, explica Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), se da por el lento despertar de la demanda de préstamos de los primeros meses del año, producto de la inestabilidad política que generó el periodo electoral, pero también por los rezagos que sigue dejando la crisis energética y de seguridad y el decrecimiento económico (del 2,0 % al cierre de 2024).
Una situación que espera se revierta en este segundo trimestre, “apalancada por un mayor dinamismo económico como efecto rebote del 2024, así como por la reducción de la incertidumbre política y el proceso de recuperación posterior a la crisis eléctrica”.
Según Asobanca, el 58 % del destino de esta cartera lo ocupan las actividades productivas (21.371 millones en créditos productivos) y el 42 % el consumo (19.348 millones). Entre los bancos que mayor colocación han hecho este año destaca el Pichincha, con un 14,7 % más, seguido del Guayaquil y Pacífico, con un 14 y 13 % respectivamente.
David Castellanos, líder de Data y Analítica de Equifax Ecuador, anticipa que esa mayor liquidez que hay actualmente en el mercado, podría verse reflejada en los próximos meses con una caída en las tasas activas que cobran los bancos por los préstamos, esto como un mecanismo de incentivo al consumo.
“Lo que se espera es ver una mayor oferta y esa oferta que podrá ser capturada a través del mercado va a permitir retomar cierta dinámica económica en los próximos meses, lo que aportará en la recuperación del producto interno bruto (PIB). La previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año está en 1,7 %. Eso implicaría que el país solo recupere parte de la caída de producción que tuvo en 2024, que fue del 2 %, lo cual no es aún una noticia satisfactoria”, sostiene Castellanos.
De ahí que los analistas creen que la economía debería tener mejores estímulos para acelerar los niveles de colocación y recuperación. Jorge Calderón, experto económico, hace hincapié en el desafío del actual gobierno de controlar los efectos de la inseguridad, un factor que incidió en el decrecimiento el año pasado.
“Muchos negocios no están en las condiciones de poder continuar con sus ventas, de poder crecer, invertir, porque sigue el problema de extorsión o porque hace falta resguardo en ciertas zonas”, advierte Calderón, quien resalta los alivios financieros que el gobierno está dando, como las prórrogas para poder cumplir con el pago de créditos.
Urge revisar tasas
El contexto en el que operan las empresas es importante porque de eso depende que haya mayor demanda de créditos; pero Asobanca insiste en que esta dinámica no será integral si no se allana un real acceso al financiamiento.
Desde finales de 2007, recuerda, el Gobierno ecuatoriano intervino en el sistema financiero para fijar techos a las tasas de interés que se cobran por los préstamos. Si bien el fin era evitar que los créditos sean caros, fue una medida contraproducente, pues el tener un límite de cobro ha provocado que el sistema deje de atender a aquellos clientes que, por su riesgo de caer en impagos, ameritan tener una mayor tasa.
Castellanos concuerda en que la Junta Financiera debería hacer nuevos ajustes a la norma, para lograr que la colocación de dinero se gestione con base en el nivel de riesgo de cada cliente. “No hay crédito más caro que el que no existe y por eso hay muchas personas que se quedan fuera. Ecuador tiene un alto porcentaje de emprendedores (que son la base de la economía) que hoy están necesitando créditos o capital semilla de 500 o 1.000 dólares, créditos que justamente por su alto costo a nivel de riesgo no logran ser cubiertos”, dice.
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