
‘Coffee parties’: una tendencia que dinamiza varios negocios
Fiestas de café se posicionan como alternativa social. Transforman cafeterías en espacios de baile y música
En las calles de Guayaquil y de Samborondón, donde el bullicio del tráfico se mezcla con los temores de la inseguridad, está surgiendo una nueva forma de socializar.
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Lejos del alcohol, la vida nocturna y el exceso, las fiestas de café están ganando terreno como espacios alternativos de encuentro. Son reuniones que giran en torno al café, la música, las conversaciones sinceras y un estilo de vida saludable. Más que una moda, este fenómeno representa un reflejo de los cambios culturales, sociales y económicos de la ciudad.
La dinámica es simple: se realiza una convocatoria por redes sociales, se habilita un registro en línea con un valor promedio de 10 a 12 dólares, y el evento incluye una bebida especialmente diseñada para la ocasión, obsequios y un espacio cuidadosamente ambientado con música en vivo, decoración temática y oferta gastronómica.
Pero detrás de esa estructura amable y colorida se esconde un fenómeno social en crecimiento que activa economías locales, conecta a desconocidos y responde a nuevas formas de consumo.
María Leticia Morales, gerente general de Caramel Coffee, es una de las precursoras de esta propuesta. Desde su local en la vía a Samborondón, impulsó un primer evento que, sin pertenecer a ninguna comunidad deportiva como los corredores o ciclistas, logró convocar a cerca de 100 personas.
“El objetivo es subirnos a la tendencia, darles este espacio a las personas para que compartan con buena música y bebidas especiales que solo están disponibles ese día. Nos aliamos con marcas que nos ayudan a crear una experiencia distinta”, explica Morales. La fórmula funcionó: el posteo promocional en redes sociales fue uno de los más guardados y compartidos en la cuenta del local.
Lo interesante es que estas fiestas no solo atraen a quienes ya frecuentan las cafeterías, sino que atraen a nuevos públicos que ven en ellas una alternativa al ocio tradicional.

Fiestas especiales y sin alcohol
Daniela Zambrano, de 32 años, quien asistió a uno de estos eventos, comenta: “No bebo alcohol y me pareció increíble encontrar algo como esto. Por 12 dólares tienes una bebida, buena música y estás en un ambiente seguro y agradable. Es como pagar la entrada a una discoteca, pero de día y con café”.
Asimismo, las fiestas de café están cambiando la percepción que se tiene de las cafeterías. Dejan de ser vistas únicamente como lugares de paso o de reuniones rápidas, para convertirse en escenarios de interacción social planificada.
Dos Sabios, una cafetería-librería ubicada en Plaza Orellana, al norte de Guayaquil, también decidió sumarse a la tendencia. Su administradora, Katerine Villamarín, destaca la sinergia entre el concepto del local y estos eventos. “Es un match perfecto. Nuestro objetivo siempre ha sido atraer al público lector y ofrecerles un espacio donde se sientan como en casa, con café de especialidad, música y una experiencia completa”.
La primera fiesta de café que organizaron desbordó sus expectativas. De un foro planificado para 60 personas, terminaron asistiendo más de 100. “Tuvimos que adaptarnos en el momento, pero fue hermoso ver cómo todos encajaron, cómo bailaban, conversaban. La energía fue única”, afirma Villamarín.
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