El Ministerio de Economía y Finanzas de Ecuador analizará en los primeros meses del  2023, si el país tiene la necesidad o no de firmar un nuevo programa de financiamiento con el organismo. Si la decisión tuviera que tomarse hoy, eso no sería necesario, pues el presupuesto del próximo año está financiado. 

Así lo dio a conocer Pablo Arosemena, ministro de esta cartera de Estado, en una rueda de prensa de este 16 de diciembre de 2022, que dio detalles del cierre exitoso del Servicio Ampliado del Fondo (EFF, por sus siglas en inglés), el primer acuerdo que el país  logra cumplir con la institución en más de dos décadas.

Culminado este programa, dijo, la idea es seguir trabajando con el fondo, "hombro a hombro", pero sin que eso implique la firma de un nuevo programa. "Cuando requieres un programa es porque requieres recursos, pero nosotros ya tenemos financiado el presupuesto del próximo año, sin contar con los recursos de un potencial programa con el FMI", dijo Arosemena. Ante el actual escenario, enfatizó, " no habría una razón de tener un nuevo programa con el FMI, para recursos que ya los tenemos financiados". 

El cumplimiento del acuerdo, señaló Arosemena, es también una suerte de aval para garantizar el acceso al crédito que dan otros multilaterales, con los cuales el país prevé cubrir el 50 % de los $ 7.500 millones de necesidades de financiamiento que el país tendrá en el 2023. El otro 50 %, como se lo ha dicho, se originaría de fuentes locales. 

"Si Ecuador quisiera emitir bonos soberanos en los próximos meses para financiar el presupuesto tendrían que pagar unas tasas de interés onerosas de 15, 18, 20 por ciento, dependiendo del momento. Trabajar con organismos multilaterales nos permiten conseguir financiamiento al 2 % de interés en las mejores condiciones para los ecuatorianos", dijo. 

Arosemena informó que el destino del último desembolso que acaba de hacer el FMI (por $ 700 millones) seguirá siendo el sector social. En total, el programa implicó recursos por $ 6.500 millones en tres años que, según el funcionario, sirvieron para saldar antiguas deudas con los municipios y la seguridad social.