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Solo el 43.3% de los ecuatoriano labora en un empleo pleno con sueldo básico y afiliación al IESS.Cortesía

Hasta 460.000 empleos se perderían por la pandemia

Un estudio de Cesla estima que hasta 2020,700.000 ecuatorianos caerán en la pobreza.  Flexibilización laboral y créditos reducirían el impacto.

Un panorama desolador, incluso en el mejor de los escenarios. Eso es lo que encontró el último informe del Círculo de Estudios Latinoamericanos (Cesla), instituto dedicado a analizar la economía latinoamericana, en cuanto al futuro próximo del país.

El análisis, tomando como base los datos más recientes y las proyecciones del Banco Central del Ecuador, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el observatorio regional de la Universidad Técnica Particular de Loja, arroja una pérdida estimada de al menos 6 % al Producto Interno Bruto (PIB) para este año, a raíz de la crisis provocada por el coronavirus y la caída del precio del petróleo.

Esa proyección se traduce en un crecimiento de cuatro puntos en el índice de pobreza en el país, los que significaría que, si hasta diciembre del año pasado 1 de cada 4 ecuatorianos era pobre, esa cifra iría en aumento. ¿Hacia dónde? A un promedio de 700.000 personas adicionales que caerían en situación de pobreza.

Ese número, señala el documento, solo se registraría con una reducción del 10 % de los ingresos promedio de los ciudadanos. Pero las estimaciones del Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de las Naciones Unidas indican que esa reducción será del 20%.

“Si nos guiamos por lo que dice Naciones Unidas, con una disminución del 20 % de ingresos de las personas, el índice podría subir hasta a 34,7 %, lo que significaría un retroceso de una década en cuanto a las mejoras alcanzadas en cuanto a la reducción de pobreza”, explica el especialista en macroeconomía y uno de los autores del estudio, Leonardo Izquierdo.

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Las cifras de empleo pleno no son mejores. Si bien hasta la semana pasada el Ministerio de Trabajo indicaba que desde el inicio de la pandemia hasta fines de mayo se había perdido más de 150.000 puestos de trabajo en el país, datos del BID analizados por Cesla determinan que, hasta fin de año, se podrían perder hasta 460.000 empleos.

En días pasados, el analista económico José Xavier Orellana indicó que las proyecciones realizadas a nivel nacional arrojan la supresión de hasta 300.000 puestos. “Hay un daño muy fuerte causado al tejido productivo del país, que está relacionado con la falta de liquidez. Cada día se pierden más empleos”, dijo.

Proyecciones-Banco-Mundial-Ecuador
Los datos apuntan a una caída significativa.EXPRESO

¿Tendrán algún efecto las medidas tomadas por el Estado con el fin de incentivar la reactivación productiva y paliar en algo los resultados a futuro que arroja el documento? Izquierdo tiene sus reparos.

“Las medidas que se tomen serán insuficientes, sobre todo cuando se eliminó el aporte proporcional al sueldo de la Ley de Apoyo Humanitario, que habría ayudado a cubrir $ 1.500 millones. La optimización de recursos del Estado, la eliminación de los subsidios (ahora habrá bandas) eran necesarias, pero se han implementado en el peor momento, porque afectando los ingresos de los trabajadores, la reactivación económica será lenta”, comentó.

El documento establece la flexibilización laboral como una medida positiva para contrarrestar la pérdida de empleo, y la apertura de líneas de crédito para pequeños y medianos negocios.

A estas medidas, los empresarios esperan que se sume la reducción de aranceles y la modificación del régimen tributario, algo que el exministro de Finanzas, Francisco Swett comparte. “Se debe dar libertad al comercio, a la manufactura, al turismo para producir, y eso solo se puede hacer cambiando el régimen tributario, sobre todo cuando tenemos claro que el centralismo es obsoleto y no funciona”, señaló en una entrevista con este Diario.

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“La peor recesión en 93 años”

En 1999, el año de la crisis bancaria, el PIB cayó en un 4,7%. En los años sesenta, la afectación nunca pasó del 3 % e incluso durante la peor etapa de la Gran Depresión, que para el país fue entre 1927 y 1937, pues tardó una década en recuperarse, la reducción fue del 1,8 %.

El economista José Carrera indicó que, al igual que en la actualidad, el país era dependiente de un producto principal, en ese caso el cacao, y el descalabro de su precio llevó a una crisis generalizada y al país a una moratoria en sus préstamos. “Hay semejanzas, pero es difícil comparar, pues en esa época se estaba creando el Banco Central, y el país no tenía la diversificación de productos que hoy tiene. Aun así, es probable que esta sea la peor recesión en 93 años”, dijo.

Los datos del Fondo Monetario Internacional tampoco son alentadores, pues estiman una caída del 6,3 % hasta fin de año, y una recuperación de tan solo el 3,9% durante todo el 2021.