Desmarquese de AP, presidente

Las últimas semanas el presidente Lenín Moreno dentro de su política “del diálogo”, ha hecho eco del clamor popular de convocar a una consulta popular para desmantelar el sistema de presión y represión que subsiste como nefasta herencia del correato, cuyos vástagos asambleístas pretenden mantener contra viento y marea, repudiando en la práctica su obligación de representar la voluntad popular, dejando al descubierto su verdadera calidad de representantes de la voluntad de Correa y su gobierno de la década corrupta.

AP en la última década forjó su imagen de “corporación política” experta en asuntos de corrupción, represión, abuso y desmantelamiento de la institucionalidad del Estado a punta de juicios y sanciones administrativas; dejando a la antigua partidocracia reducida a calidad de niños de escuela, comparada con el PhD en el descaro del manejo político, antiético, antipatriótico y antidemocrático practicado por AP en la década corrupta.

Desmárquese señor presidente de la intención de aquellos entontecidos por el poder que se acostumbraron a gobernar bajo un sistema de “dictadura parlamentaria”, que gracias a la obediencia al todopoderoso “César” Rafael y su política del “odio”, hablando de socialismo, equidad e igualdad, visten, comen y viven como magnates excéntricos de los países emblemáticos del capitalismo. Mientras, el pueblo come una sola vez al día, viviendo sumergido en la angustia que genera el desempleo o subempleo, ambos con similares consecuencias en la economía familiar.

Desmárquese de AP y de los radicales fieles al “César” Rafael, quienes creyeron que usted les permitiría seguir gobernando vía satélite, pretendiendo convertirlo en marioneta del poder y protector de la corrupción.

Desmárquese de AP, presidente, ya que usted fue electo para gobernar el país, no para proteger a los miembros corruptos de PAIS, como aquellos pretenden.

Su tarea es desenmascarar y desmantelar la corrupción, aún enquistada en el poder; enrumbar la práctica política hacia la democracia y erradicar de una vez por todas la corruptocracia de la década pasada.