Desde el martes, al menos 22 grupos de delincuencia organizada que operarían en el país se volvieron un objetivo militar. Su actuación en las calles y cárceles provocó el reconocimiento de la existencia de un conflicto armado interno, que se dejó sentado en el decreto 111, firmado por el presidente.

El jurista Ramiro García señala que la resolución de Noboa significa que se ha declarado la guerra interna y se ha identificado como combatientes a los grupos delincuenciales.

Eso implica que se está facultando para que las Fuerzas Armadas puedan eliminar físicamente a esas personas. Sin embargo, el jurista espera que eso no ocurra, porque lo contrario sería un baño de sangre de “jóvenes pobres que pertenecen al sector socioeconómico más deprimido y que han sido reclutados por las organizaciones delictivas”. Lea además: "Operaciones de FF. AA. y Policía dejan 329 terroristas detenidos y cinco abatidos"

Opina que, jurídicamente y de acuerdo con el decreto, los militares podrían ingresar a las casas a buscar sus objetivos materializados en las bandas, pueden matar, herir o lesionar. Que lo vayan a hacer o no ya dependerá de la estrategia que definan ellos.

Pero las primeras actuaciones militares no han apuntado a eliminar al objetivo. Su tarea se ha dirigido a seguir con el control, ubicación y captura de quienes han infundido terror con la colocación de explosivos, coches bomba o secuestros.

El exsecretario de Seguridad Wagner Bravo menciona que el plan de defensa interna que aplique Fuerzas Armadas debe tener un objetivo que es identificar a los terroristas, localizarlos, capturarlos o neutralizarlos. El objetivo no puede ser pacificar al Ecuador, sino identificar a los terroristas y capturarlos.

Cree que en el decreto de Noboa ya se determinó, con información de inteligencia, los grupos que están haciendo actos terroristas y, por lo tanto, se vuelven un objetivo militar porque están atacando al Estado.

Bravo ratifica que los grupos delincuenciales no solo han atacado al Gobierno, a policías y militares, sino que están atacando a los hospitales, colocan explosivos, coches bomba en cualquier parte y por eso se determinó que hay un conflicto interno.

Precisó que si esos grupos atentan contra la existencia democracia del Estado, “hay que defender la soberanía”. El empleo de Fuerzas Armadas es para que neutralice la amenaza que ya está identificada. Pero aclara que neutralizar no quiere decir disparar, sino localizar y capturar.

En algunos casos y de acuerdo con el sitio en el que los uniformados prestan su contingente han asumido las tareas de seguridad ante sabotajes en instalaciones de sectores estratégicos. Para ellos, también la disposición sería la de apoyar en la neutralización de blancos de alto valor.

El general Luis Altamirano Junqueira, excomandante general del Ejército, aclara que la determinación de un objetivo militar no solo apunta al uso de métodos letales. Señala que hay que distinguir la norma jurídica que permite la actuación de las Fuerzas Armadas bajo otras condiciones.

Cita el Derecho Internacional Humanitario que regula el empleo de la fuerza en conflictos armados internos. Eso se da cuando el Estado a través de sus Fuerzas Armadas determina la necesidad de confrontar a grupos armados que pueden tener la característica de terroristas.

Opina que hay dos condiciones que se cumplen. La violencia es de una intensidad que va más allá de actos aislados y se presenta una capacidad de organización, de mantener operaciones sostenidas en el tiempo. Eso cree que se ha vivido en los dos últimos años en que se han registrado actos de terrorismo en el país.

Altamirano sostiene que en las actuaciones no implica que dejen de regir los derechos humanos, pues según el Derecho Internacional sobre objetivos calificados como militares se regularán en su parte operacional con las reglas de enfrentamiento, que es un marco jurídico que establece líneas de actuación y límites en la capacidad de fuerza.

Entre los militares se han socializado los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario. Entre ellos, la especificación de a quién protege.

En el manual se menciona a los combatientes y personas que no participan en las hostilidades como la población civil, personal sanitario y religioso, combatientes heridos, enfermos o náufragos, prisioneros de guerra e internados civiles.

Aplicación del DIH.

El Derecho Internacional Humanitario se aplica en conflictos armados internacionales entre dos países.

Toma de territorios

Se aplica cuando una parte o la totalidad de un país esté tomada por una potencia extranjera.

Conflictos internos.

También en conflictos armados que se libran dentro de un país, entre las FF. AA. de un Estado con uno o más grupos organizados.

El detalle

Significado. El Derecho Internacional Humanitario es un conjunto de normas para limitar los efectos de los conflictos armados.

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