La corrupcion en el mundo

El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) del año 2016, elaborado por la organización no gubernamental Transparencia Internacional, indica el grado de corrupción en el sector público de los países del mundo, según la percepción de empresarios y analistas de cada uno de ellos. La escala de medición va de 0 (percepción de muy altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de ínfimos niveles de corrupción).

El puntaje, cuyo promedio mundial es de 43, indica la corrupción endémica en el sector público de un país. Es significativo que los países de mayor puntaje (menor corrupción) sean superados en número por los países donde los ciudadanos se enfrentan diariamente al impacto tangible de la corrupción.

Se considera que al no haber ningún país exento de corrupción, un puntaje cercano a 100 es óptimo. Los países mejor situados: Dinamarca (90 ptos.), Nueva Zelanda (90 ptos.), Finlandia (89 ptos.) y Suecia (88 ptos.), comparten las características de tener gobiernos abiertos, con absoluta libertad de prensa, con sistemas judiciales independientes y con alta protección de las libertades civiles. Por el contrario, los países peor situados, es decir los más corruptos del mundo, como Somalia (10 ptos.), Sudán del Sur (11 ptos.) y Corea del Norte (12 ptos.), son aquellos donde los derechos individuales son violados de manera sistemática y donde no existe una prensa libre ni un sistema judicial justo e independiente.

Los países mejor situados de nuestro continente son Canadá (82 ptos.), los Estados Unidos (74 ptos.) y Uruguay (71 ptos.), mientras los peor ubicados son Venezuela (17 ptos.), Haití (20 ptos.) y Nicaragua (26 ptos.). Ecuador, con 31 puntos, se ubica en el puesto 120 entre 176 países analizados.

Son claras las palabras de José Ugaz, presidente de Transparencia Internacional, respecto al problema que significa la corrupción en el mundo: “En demasiados países la gente se ve privada de sus necesidades básicas y se acuesta cada noche con hambre debido a la corrupción, mientras que los poderosos y corruptos disfrutan con impunidad de estilos de vida lujosos”.