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Mauricio Coronel, desde la ventana de su casa, donde guarda aislamiento junto a su familia tras confirmar el primer caso de coronavirus en Quito.CORTESÍA

"Lo que genera mayor temor es convertirnos en foco de contagio"

ENTREVISTA CON MAURICIO CORONEL. Tiene 50 años, está casado. Fue director de Centros de Medicina Familiar del hospital Vozandes, médico tratante del mismo hospital, docente en la PUCE y en la UDLA.

Mauricio Coronel es especialista en Medicina Familiar con un doctorado en Medicina y Cirugía. A su consultorio llegó la primera paciente que presentó síntomas de COVID-19 en Quito. Al confirmarse como positivo el caso, por prevención se aisló con toda su familia. 

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El 16 de marzo, Mauricio Coronel atendió a una paciente de 54 años, quien fue acompañada por su hija. Presentaba tos de 72 horas y ya había sido valorada al inicio de los síntomas. Recibió medicación inyectable y tabletas. Al persistir la tos llegó a su consultorio en el Hospital Vozandes de Quito con mascarilla y sin fiebre, pero se quejó por la falta de aire. El médico supo que se trataba del primer caso de coronavirus en Quito.

- ¿Cómo supo de inmediato que era un caso de COVID-19?

Los síntomas de alarma en el cuadro clínico provocado por la infección COVID-19, como conocemos, son tos y alza térmica. En estos días, cuando la pandemia se estaba iniciando, la procedencia del paciente con estos síntomas era un dato orientador para el diagnóstico. La ausencia de otros síntomas fueron elementos importantes para establecer que este se trataba de un caso sospechoso de coronavirus.

- ¿Cómo se identificó el cerco epidemiológico? ¿Cómo se definió; lo hizo usted o fue Salud?

Una vez identificado como un caso sospechoso de una enfermedad de reporte obligatorio se notificó al Ministerio de Salud. Me contacté con el epidemiólogo del área. Elaboré el informe epidemiológico con la información requerida para que puedan realizar el cerco.

- ¿Quién es la paciente?

Es ecuatoriana, residente en Madrid, España. Había llegado al país el 3 de marzo con su hija para visitar a su familia.

Nos corresponde contribuir al mejoramiento del manejo social de la información en este tema, la prevención, protección y cuidados y también el control.

- ¿Qué pasó con la persona, se recuperó o sigue en aislamiento?

Facilité mi número telefónico al familiar de la paciente para mantener un seguimiento. En la primera semana el contacto fue frecuente, casi a diario, conociendo que la condición es estable, en ausencia de complicaciones, siguiendo el curso habitual de todo proceso viral, y habiendo cedido la fiebre, persistiendo tos de menor intensidad y continuando en aislamiento.

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- ¿Cuál fue el protocolo? ¿Las autoridades qué hicieron?

El protocolo adoptado en este caso es establecido por el Ministerio de Salud. Una vez reportado, el organismo de control procedió a elaborar el cerco epidemiológico contactándose con los familiares y personas que habían estado cerca durante su estancia en el país.

- Antes, ¿cuál era su principal preocupación y del gremio?

En lo personal y en relación a los servicios de salud, era mínima porque se trataba de una patología de baja mortalidad, identificada en el 2 %, pero a la vez reconociendo su alta virulencia reflejada en su alta capacidad de morbilidad.

- Desde el sector de la salud, ¿cómo se puede convencer a los ciudadanos de que sean responsables en esta emergencia?

La comunidad, en general, debe estar debidamente informada de las implicaciones de una condición que puede enfermar en muy corto tiempo a una gran cantidad de individuos, entre los cuales estarán incluidos grupos de alto riesgo como son los adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas, etc., lo que necesariamente ocasionará el colapso del sistema de Salud, saturando los servicios en atención primaria y a nivel hospitalario, provocando con esto, que se incremente la mortalidad debido a tal condición.

No entender que estamos frente a un virus de alto contagio ha provocado que se insista en mantener hábitos sin asumir la responsabilidad en el avance de la pandemia.

- ¿Hay temor en los médicos, en usted, de contagiarse y tener que seguir trabajando?

El temor es un factor constante en el ejercicio de la práctica médica, más aún en condiciones como estas, no tanto por la afectación personal. Lo que genera mayor temor es convertirnos en focos de contagio para nuestras familias, nuestro círculo social que en muchos casos también están dentro de grupos de riesgo. Sin dejar de mencionar el temor a las represalias que los organismos estatales están ejerciendo sobre los profesionales del sistema público de salud, por denunciar las deficiencias en el manejo administrativo del sector que ha quedado en evidencia en esta crisis, por el desabastecimiento, la falta del recurso humano capacitado en las unidades de salud del Estado debido a los despidos masivos en el Ministerio y Seguridad Social, del personal de salud.

- ¿Los médicos tienen todos los materiales de bioseguridad para protegerse?

Lamentablemente, no en todos los servicios de salud se cuenta con los insumos básicos para enfrentar la pandemia. Las redes sociales están inundadas de denuncias y reclamos del personal del Sistema Público de Salud que se encuentra enfrentando la crisis sin los elementos básicos, lo que ha hecho que en muchos casos el aprovisionamiento del equipo de protección sea responsabilidad de cada uno de ellos.

La comunidad médica, en esta circunstancia, asume la responsabilidad de orientar a la opinión ciudadana; nos convertimos en líderes de opinión en tiempos de pandemia.

- ¿Por qué cree que hay alrededor de 30 médicos contagiados?

Esto se debe entender desde distintos enfoques. La ausencia de centros de referencia establecidos y equipados para realizar un triaje adecuado de los pacientes con síntomas respiratorios, provocó que, frente a la alarma social por la pandemia de COVID-19, las personas afectadas acudan masivamente a los servicios de salud, especialmente hospitales, los que a su vez no estaban debidamente abastecidos y preparados para recibir pacientes infectados por el virus. No es de sorprenderse que, al momento, enfrentemos estas cifras con un posible incremento en los próximos días.

- ¿Usted y su familia están en aislamiento obligatorio por el primer caso detectado?

Luego de conocer que la prueba realizada a la paciente que valoré fue positiva, por el protocolo institucional y decisión personal, he permanecido en aislamiento con mi familia. Luego de 10 días en que hemos sido monitoreados por el área de salud ocupacional de nuestra institución, no hemos presentado síntoma alguno. Tanto mi familia como yo nos encontramos en buenas condiciones.

- ¿Cómo vive esta experiencia?

Como todos, hemos experimentado preocupación por la posibilidad de ser parte de las estadísticas de esta pandemia, preocupados por la afectación en la economía familiar por este periodo de inactividad, pero disfrutando de esta oportunidad de reencuentro familiar y disponibilidad de tiempo para aquellas actividades relegadas.

- Cree que el aislamiento es suficiente para evitar los contagios?

Es la medida efectiva, por ahora, para superar la crisis.

- Una vez concluida la cuarentena ¿qué se debe hacer?

Mantener las mismas medidas de prevención ya conocidas, lavado de manos, aislamiento social, y acatar las disposiciones de los organismos de control, realizar la prueba para COVID-19 para confirmar que está libre de riesgo.

- Al terminar la emergencia, ¿qué protocolo deberá seguirse?

Solo estaremos libres de todo riesgo cuando dispongamos de la vacuna para este virus. Hasta tanto deberemos seguir vigilantes y mantener las medidas de prevención necesarias.