
Captura de Fito: Ministro John Reimberg dice, se desdice y lo desmienten
Rendido ante la evidencia, Reinberg admite que habló con alias Fito antes de la captura. Evidencias apuntan a Colombia
Pregunta para John Reimberg, ministro del Interior: si la red informativa Noticias Uno de Colombia no hubiera descubierto sus tratos telefónicos con el recién capturado narcotraficante Adolfo Macías, alias Fito, ¿él se lo habría callado para siempre?, ¿nunca lo habría revelado? Por ejemplo, en aquella rueda de prensa que ofreció el jueves 26 de junio en Carondelet, junto al ministro de Defensa, en la que se mostró tan pródigo en anécdotas y detalles sobre el proceso de investigación y el operativo de captura, ¿no consideró relevante contarle al Ecuador que mantuvo una videoconferencia con Fito, que ambos se vieron a los ojos, aunque fuera a través de la pantallita, y que este último le ofreció entregarse a cambio de una serie de condiciones?
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Sólo ahora, luego de que Noticias Uno lo pusiera en evidencia con un audio testimonial del propio Fito, recién ahora se le ocurre a John Reimberg admitirlo, en la comodidad garantizada del programa radial: Sí, hablaron, “durante más de veinte minutos”, que no es poco. ¿Pretende el ministro que le creamos que nos está contando la historia completa?
Las versiones en torno a la captura de alias Fito
Desde el día de la captura del hombre más buscado del Ecuador hasta la fecha, las versiones oficiales y extraoficiales, las revelaciones periodísticas y los desmentidos, los rumores y las cortinas de humo se han multiplicado con tanta precipitación que la única certeza que puede tener el país sobre la captura de Fito, a siete días de los hechos, es que no le queda ninguna.
Empezando con aquella inverosímil, ridícula versión oficial según la cual el narcotraficante cayó gracias a las nuevas leyes de Solidaridad e Inteligencia (que entraron a regir apenas 15 días antes) y terminando con las últimas declaraciones del ministro, parece claro que el gobierno se está guardando todo lo que sabe.
Ayer, 1 de julio de 2025, el ministro del Interior recibió el golpe de gracia con un nuevo reportaje de Noticias Uno. El domingo 29 de junio, en su cuenta de X, Reimberg había desmentido la información publicada el sábado por ese noticiero, según la cual Colombia trató de mediar en el proceso de entrega de Fito a las autoridades ecuatorianas: que las versiones de mediación extranjera desinforman, escribió el ministro.
La intervención de Colombia, por pedido del narcotraficante
Ahora, la nueva evidencia de Noticias Uno viene a desmentir ese desmentido: se trata de un intercambio de mensajes que la embajadora colombiana en Quito, María Antonia Velasco, supuestamente mantuvo con uno de los partícipes de esas negociaciones, precisamente con la persona que le hizo llegar, vía mensaje de WhatsApp, la carta en la que Fito pide a Colombia actuar como garante de su entrega.
En respuesta, ella le facilita el contacto telefónico del vicecanciller Mauricio Jaramillo: “Él está esperando su llamada. Me informa por favor. Escríbale si no le contesta y dígale quién es”. ¿Cuál es la fuente que cita Noticias Uno? El mismo interlocutor de la embajadora.
Pero esta nueva evidencia no es la única que hace tambalear las versiones oficiales del gobierno ecuatoriano. También está lo que parece ser el fiasco de la búsqueda del escondite de Fito. Ya en su rueda de prensa del jueves anterior, los ministros del Interior y Defensa habían relatado los ingentes esfuerzos de inteligencia para dar con el lugar donde se encontraba el prófugo.
Según contó (o dio a entender) Reimberg este martes, gracias a la videollamada que mantuvo con Fito, lograron rastrear “un sector en las montañas”.
La ubicación era confusa: “Allanamos un sector que se llama Pichincha. El sector donde él estaba se llama Santa Ana. Son montañas, estábamos del lado de acá y no del lado de allá”. Una serie de detalles que se contradicen con los hechos. Porque lo cierto es que la Policía conocía la ubicación exacta de esa casa al menos desde hace un año.
Calle V y callejón 9 del barrio de Monterrey, Montecristi. Es exactamente la misma casa en la que Verónica Briones, novia de Fito y madre de su hija, fue detenida en mayo de 2024. Junto con ella cayó también Christian Mendoza, el brazo derecho de Fito que tenía como fachada un trabajo en la Agencia de Tránsito de Manta.

Así lo explicaron los agentes aprehensores llamados a declarar en la audiencia de juicio de ese caso. No se explica, entonces, que necesitaran un rastreo telefónico y se la pasaran buscando a un lado y otro de los cerros para dar con una casa que ya habían allanado antes y que era (y esto roza el ridículo) la casa de Fito.
Otro ministro de habla de conspiración
Ahora el ministro Reimberg habla nerviosamente de confusas tramas conspirativas. Dice que había un grupo político que estaba haciendo hasta lo imposible para que él (Fito) aparezca, para que no se entregue.
“Más adelante voy a sacar, porque lo voy a decir. Inclusive pidiendo que haga videos diciendo que nuestro presidente estaba en algún tema de alguna línea con que están dando aportes a la campaña. A ese nivel estaban llegando por un tema político, haciendo lo imposible, no te dejes encontrar, ocúltate bien. Todo sale con nombres y apellidos”.
¿De quién habla? ¿De qué habla? Si esto es una investigación en curso (y por eso no puede decir los nombres que ya sabe) parece precipitado que el ministro lo mencione. De lo contrario, parecería que ahora es el Gobierno, ante tanta confusión, el que se ha propuesto difundir rumores sobre la captura de Fito.
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