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Desde hace 22 años se realiza la caminata de fe a la vrgen de La Merced, donde los asistentes agradecen a la virgen por los favores recibidos.Archivo

Caminata a la piedra Chilintosa fortalece la fe y la solidaridad en Latacunga

El domingo 7 de septiembre se realiza la caminata a la piedra Chilintosa, donde se reúnen miles de peregrinos en Latacunga

La Caminata a la piedra Chilintosa en honor a la Virgen de la Merced se ha consolidado como una de las expresiones religiosas más significativas de Cotopaxi. Este año, la tradicional peregrinación cumple 22 ediciones y reunirá nuevamente a miles de fieles que caminarán más de 23 kilómetros como muestra de devoción y fe.

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La jornada, que históricamente se realizaba el segundo domingo de septiembre, ha sido reprogramada desde este 2025 para el primer domingo del mes de septiembre. El cambio busca evitar la coincidencia con las fiestas patronales de Mulaló en honor a San Juan Bautista.

“Queremos dar espacio a todos. Así todos los devotos pueden participar sin que las celebraciones se crucen”, explicó Eduardo Jiménez, organizador y creador de la caminata.

Jiménez, quien vivió por más de 60 años en Canadá, Inglaterra y Estados Unidos, recuerda cómo en el año 2000 visitó la piedra Chilintosa y descubrió la pintura de la Virgen del Rosario realizada por el reconocido pintor Mineros. Sorprendido por el abandono del lugar, decidió iniciar una peregrinación en honor a la Virgen de la Merced, patrona de su barrio natal en Latacunga.

“Me decían que no iba a poder, porque no era político ni autoridad. Pero la fe es más fuerte que cualquier cargo. Con mi esposa Maríanela Claudio empezamos esta caminata, al inicio solo dos personas, y poco a poco se unieron los vecinos, los sacerdotes y después miles de devotos”, recordó con emoción.

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Desde entonces, la caminata no se ha interrumpido. Cada año, miles de peregrinos de diferentes provincias, e incluso del extranjero, se suman a esta manifestación de fe.

La ruta de la fe

La caminata inicia a las 06:00 en el sector de La Merced, en Latacunga. Tras la bendición del padre superior de la orden mercedaria, los fieles avanzan por la  calle Juan Abel Echeverria, se llega al Salto y se toma la avenida Amazonas, Bellavista, San Buenaventura y Mulaló, hasta llegar a la piedra Chilintosa, en San Ramon.

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Al llegar a la Piedra Chilintosa, se realiza una eucaristía.Archivo

En el camino se instalan puntos de hidratación y apoyo logístico. “Todo está organizado, con permisos, planes de contingencia y colaboración de instituciones locales. La seguridad y la salud de los peregrinos son prioridad”, aseguró Jiménez. Al llegar al sitio, se celebra la Santa Eucaristía, presidida por sacerdotes mercedarios y el párroco de Mulaló. Allí, algunos fieles cumplen promesas caminando descalzos, arrodillados o llevando ofrendas florales.

Una caminata con rostro solidario

Este 2025 la caminata suma un componente social. Según explicó Marianela Claudio, coorganizadora, se impulsa la iniciativa “Padrinos Peregrinos”, que busca apoyar a niños huérfanos o en situación de vulnerabilidad. “Hemos diseñado camisetas conmemorativas que los caminantes podrán adquirir por 10 dólares. Con ese aporte se comprará una mochila con útiles escolares para niños identificados por la Red de Mujeres de Cotopaxi. La idea es que la fe también se traduzca en solidaridad”, afirmó Claudio.

La meta es que cientos de peregrinos se conviertan en padrinos y apadrinen a los niños, hijos de recicladores o de familias que han enfrentado violencia. “La Virgen es madre amorosa, y así como ella nos protege, pedimos que los devotos abracen a estos pequeños que necesitan ayuda para empezar su año escolar”, añadió.

El domingo 7 de septiembre, familias enteras, jóvenes, adultos mayores y niños caminarán juntos los 23 kilómetros hasta la piedra Chilintosa, demostrando que la fe sigue viva y que, en cada paso, también se construye un acto de amor y solidaridad.

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