Ayudar en casa, una tarea para cualquier edad

Ayudar en casa, una tarea para cualquier edad

Colaborar en las tareas domésticas trae ventajas para sus pequeños.

Un horario pegado en el lado derecho de la nevera. Allí, entre las clases de inglés de Mónica y el fútbol de Osvaldo se encuentran los turnos para lavar los platos, trapear la casa y tender la ropa. Esa es la dinámica que a ambos niños, Mónica de 13 y Osvaldo de 8, les han inculcado y por la que se dividen las tareas del hogar.

Sin embargo, no todas las casas tienen las mismas reglas. Según la empresa norteamericana de recopilación de información, Braun Research, solo el 28 % de los padres exigen a sus hijos que colaboren en casa, un dato que contrasta con los de sus progenitores. Al 81 % de ellos, durante su infancia, sus padres les incitaban a realizar los quehaceres de la casa.

Las razones por las que existe esta menor presión son varias, pero existe una que resalta. Debido a las exigencias del mundo laboral, los padres construyen la “hoja de vida” de sus hijos desde que son muy pequeños. Recordará que en la última reunión que estuvo, alguna de sus amigas hablaba del nuevo curso de mandarín o equitación al que inscribieron a su pequeño, o de cómo el ballet y el teatro copan la agenda de la niña de 6 años, hija de su compañera de trabajo.

La psicóloga educativa y orientadora familiar Alexandra Pomader, asegura que hay que encontrar el equilibrio entre las responsabilidades exteriores y las de la casa. Los pequeños deben comprender que “tienen un rol y deben cumplirlo, a pesar del cansancio”.

Asimismo, el psicólogo clínico Jorge Tello explica que colaborar en la casa tiene cuatro beneficios clave: fomentar la responsabilidad, generar personas independientes, fortalecer su autoestima y forjar el sentido de pertenencia. Todas estas ventajas contribuyen a que los niños se sientan de mayor utilidad, comprometidos con las obligaciones que deriva el círculo familiar y que saboreen la satisfacción del deber culminado.

Tello indica además, que los quehaceres domésticos son una manera de compartir tiempo en familia. Recalca que las diversas cargas provoca que los adultos pasen gran parte del día fuera del hogar y que estas costumbres están replicándola en los niños.

Finalmente, Pomader resalta que las actividades de la casa deben hacerse en conjunto. “No es cuestión de solo designarle, sino que cuando tenga tiempo todos los componentes de la familia entren a actuar”.

Movilidad

Combate el sedentarismo: Los videojuegos, la tv y el internet promueven el sedentarismo infantil. La OMS indica que el 81% de los niños no realizan actividades físicas, por lo que las tareas domésticas podrían convertirse en un aliado que fomente el movimiento.

Autonomía

Promueve la independencia: Es importante que los niños, desde sus primeros años, puedan realizar actividades por sí solos. Esto contribuirá a que se desenvuelvan sin la necesidad de tener un padre vigilante siempre y puedan responder de manera asertiva a los inconvenientes que se le presenten.

La equidad, un tema que inicia desde casa

“Deja esos platos o te harás homosexual” son frases que por muy incoherentes que sean, aún se escuchan en hogares ecuatorianos. Históricamente las tareas domésticas han sido competencias femeninas; sin embargo, la sociedad actual apunta hacia la equidad.

Todos los expertos consultados por EXPRESO coinciden en decir que, tanto niños como niñas, deben hacer tareas del hogar similares, sin que su sexo sea una condicionante.

Ellos consideran que el área competitiva exige a ambos por igual, por lo tanto, es importante que se preparen para compartir la carga de los quehaceres que derivará un hogar en su etapa adulta. Además que de esta manera se eliminarán los prejuicios desde los primeros espacios de aprendizaje, la familia.