Premium

César Litardo, presidente de la Asamblea Nacional, en el estudio de Teleamazonas
El titular de la Asamblea Nacional, César Litardo.Cortesía

La Asamblea dispara su gasto por servicios tecnológicos, durante la emergencia

Hay compras por cerca de 300.000 dólares. Los legisladores no saben cuando volverán al trabajo presencial

El gasto no se frenó considerablemente ni por la emergencia sanitaria. La Asamblea Nacional ha gastado, entre enero y julio de este año, más de 28,2 millones de dólares. Esto representa el 51,40 % de su presupuesto para 2020 (54,9 millones de dólares)

El Sercop determinó que los procesos preparatorios —donde se establecen las necesidades de un contrato— y la administración de los contratos firmados son los eslabones con más fallas.

La compra pública tiene cuatro fallas que permiten el paso de la corrupción

Leer más

El dato llama la atención porque en la mayoría de instituciones públicas la ejecución presupuestaria de este año es menor por los ajustes realizados tras la pandemia derivada de la propagación del coronavirus. Ninguna institución estatal alcanza el 50 % del gasto. Ninguna excepto la Asamblea Nacional.

Otro dato que llama la atención es que los 28,2 millones de dólares fueron destinados en su totalidad a gasto corriente. Es decir, a sueldos de legisladores y burócratas y el pago de servicios básicos.

Nada fue para inversión, aunque en el presupuesto inicial había un estimado de 1,9 millones de dólares para proyectos de capital.

Los gastos de la Asamblea
Los gastos de la Asambleaexpreso

El teletrabajo tampoco significó una disminución considerable de los gastos de la Asamblea Nacional. Todo lo contrario, la implementación de mecanismos digitales representó un egreso mayor ante el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).

Desde que se inició la emergencia sanitaria, en marzo de este año, la Asamblea incrementó sus contratos por tecnología. A la fecha, según el portal de Compras Públicas, se han adjudicado contratos por más de 293.000 dólares.

La cifra es alta si se compara, como ejemplo, con los 60.000 dólares presupuestados por la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) para desarrollo de software para sus clases virtuales.

Incluso la Presidencia de la República tuvo gastos menores aunque también contrato servicios de protección tecnológica y de correos electrónicos. El proceso en marcha costó unos 60.000 dólares.

¿En qué se usó el dinero en el Legislativo? El contrato más alto se publicó el 10 de julio y está en ejecución. Se trata de 146.631,90 dólares utilizados para la contratación del servicio de Internet y enlaces de datos para la Asamblea Nacional.

Héctor Muñoz, asambleísta independiente, considera que el gasto es excesivo. Él aseguró que su servicio de Internet, así como el del resto de asambleístas, no es cubierto por la entidad pública.

No fue el único gasto. También se usaron 70.000 dólares para la renovación del “filtrado antispam para el correo electrónico institucional” y otros 25.052 dólares para la adquisición de “partes, piezas e insumos para el mantenimiento de equipamiento tecnológico de usuario final”.

Otros 51.000 dólares tuvieron como destino la renovación de garantías técnicas y mantenimientos preventivos de equipos y software.

PABLO CELI

El contralor Pablo Celi pide cambios urgentes en la contratación pública

Leer más

Que los gastos en tecnología sean altos deja ver que la idea de teletrabajo se podría mantener en el mediano plazo. Al consultar sobre una fecha de retorno al trabajo presencial, varios asambleístas aseguraron que no tienen una indicación desde las autoridades.

Eso, pese a que el 12 de septiembre termina el estado de excepción decretado por el gobierno del presidente Lenín Moreno.

Las compras de la Asamblea Nacional no se limitaron a la tecnología. El portal de Compras Públicas deja ver que también hay recursos para el mantenimiento de motos y autos oficiales y para el alquiler del servicio satelital para la radio del Legislativo.

EXPRESO consultó a la Asamblea Nacional cuáles son las justificaciones para el gasto elevado durante la emergencia sanitaria y si existe una fecha de regreso al trabajo presencial, aunque sea de forma limitada. Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.