Quito

RESTAURACIÓN
Arbolado. Un bosque se regenera naturalmente en 100 años. La restauración activa toma 50 años, según la Secretaría de Ambiente.Karina Defas / Expreso

Veranillo incide en la restauración ecológica en Quito

El ingreso de aire seco desde el Pacífico evita la entrada de humedad desde la Amazonía.  Los bosques necesitan lluvia.

Durante 2025 se sembraron 25.000 árboles más que en 2024 y se espera cumplir metas de 150.000 y 200.000 especies plantadas en los dos años siguientes. Esto es parte de la planificación de la estrategia de restauración ecológica que ha implementado la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito.

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Se trata de un programa integral que, a decir de Sebastián Pillajo, jefe de la Unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, busca cambiar el enfoque de reforestación, que es el más conocido en la comunidad, por uno de restauración ecológica. Este implica no solo sembrar un árbol sino hacerlo en el lugar y momento correcto, para cumplir con el objetivo. Antes, se sembraban árboles de cualquier tipo en distintos lugares, como eucaliptos, que son una especie exótica y que por ende, no da los servicios ecosistémicos necesarios. Ahora, la idea es colocar especies nativas que correspondan al sector de la ciudad, para regenerar adecuadamente los bosques.

El 22 y 23 de noviembre pasado, se realizó la más reciente siembra y se distribuyeron 25.600 plantas en varios puntos urbanos y rurales de Quito. Se contaba con que diciembre suele ser un mes lluvioso y frío, pero en las últimas dos semanas, se han vivido condiciones más bien cálidas y secas en la capital, producto del ingreso de un aire seco desde el océano Pacífico y la débil humedad que llega desde la región Amazónica.

Ayer, en la urbe se registró una temperatura mínima de 19 grados y una máxima de 23 con un índice de radiación solar muy alto durante el día y en la noche, una mínima de 7 grados, con lloviznas aisladas.

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Según Madelyn Enríquez, analista del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), los más probable es que las lloviznas por la tarde y noche continúen en los próximos días, que las mañanas se mantengan soleadas y que en las tarde se incremente la nubosidad. A partir del miércoles, podrían presentarse más precipitaciones, pero Enríquez recuerda que hay que considerar que la atmósfera es muy dinámica y eso podría variar.

Esta variabilidad climática ha afectado a la siembra de los árboles y por esta situación, Pillajo indica que se ha usado abono e hidrogel. Este último ayuda a las plantas a soportar alrededor de seis meses y así pueden superar épocas de sequía. Sin embargo, la lluvia es fundamental para hidratar el suelo y permitir el crecimiento de las plantas.

125.000
plantas se sembraron este año
en parroquias urbanas y rurales
del Distrito Metropolitano.

El Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), dice, tiene 15 ecosistemas, con una variabilidad altitudinal de entre 480 y casi 5.000 metros sobre el nivel del mar. Por eso, en los viveros que tiene Ambiente hay 47 especies nativas y se las elige dependiendo del piso climático al que irán. Hay yalomanes, pumamaquis, guabos, cedros, alisos, algarrobos, acacias, etc.

De esta forma, la entidad municipal se encarga de la recuperación de tierras que han sido afectadas por los incendios forestales. Por su parte, el Cuerpo de Bomberos Quito está pendiente de cómo evoluciona el clima, según su comandante Esteban Cárdenas. En este veranillo por el que atraviesa Quito y la región Interandina en general, se han presentado eventos en Guayllabamba, El Quinche y Quiroga (sur de Quito).

Cárdenas menciona que cuando se registran 10 días continuos sin lluvias, los bomberos activan un plan de monitoreo y asigna vehículos para recorrer toda la ciudad. Se hacen campañas puerta a puerta en varios sectores, con énfasis en los valles de los sectores del Ilaló, en Los Chillos, y en Tumbaco, Puembo y Pifo, por ejemplo. Allí, se busca crear conciencia entre la población sobre los riesgos que implican las quemas agrícolas y de basura, por ejemplo. 

A pesar del veranillo, este año la cantidad de incendios forestales ha sido mucho menor que el año pasado pues, según Cárdenas, en la temporada alta (de julio a septiembre) hubo 27 incendios y 190 hectáreas quemadas en el DMQ. Además, se registraron casi 1.000 casos de quemas de desechos. Esto se debe a que hubo lluvias incluso en esos meses. En 2024, en cambio, hubo sequías mucho más intensas y se contabilizaron 340 eventos forestales que acabaron con 2.400 hectáreas.

78mingas ciudadanas
se organizaron durante
 2025. La última fue
por Fiestas de Quito.

Para recuperar esos bosques destruidos, el proceso es largo, pues se debe esperar entre 90 y 180 días para comenzar a preparar el suelo. Aunque un incendio esté sofocado, la temperatura de la tierra sigue siendo alta, explica Pillajo. Cuando pasa el tiempo adecuado, se incorporan microorganismos autóctonos para recuperarla, se quitan árboles quemados, troncos grandes, escombros y después se puede iniciar la restauración.

Para mejorar sus índices de supervivencia de los nuevos árboles, que llega al 96 %, se plantan árboles de mínimo 40 por 40 centímetros en este tipo de suelos. También se cavan huecos con barra, pues las capas superficiales de esos pisos quedan degradadas.

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