Quito

Las tinieblas se apoderan de vías y avenidas de la capital

La delincuencia y la inseguridad se aprovechan de la falta de energía en luminarias. Cinco millones invierte la Eléctrica Quito en los mantenimientos

Vías sin alumbrado público
Dificultades. Autopistas principales que conectan a Quito con parroquias están en tinieblas. La falta de luminarias genera inseguridad.  Henry Lapo

La falta de alumbrado público en autopistas, como la Ruta Viva, Simón Bolívar y Panamericana Norte (tramo Calderón- Guayllabamba), le abren espacio a la delincuencia e inseguridad.

Estas avenidas atraviesan, bordean y conectan a la capital de extremo a extremo con otras parroquias. Pero, desde hace cuatro meses, la inseguridad acecha a quienes las transitan; principalmente por las noches, cuando los delincuentes aprovechan las tinieblas en que quedan estas vías para asaltar a los incautos peatones o conductores.

Así lo sostiene Carlos Guapucal, quien trabaja cerca del acceso principal al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela. Él recorre diariamente la Ruta Viva, vía de conexión directa a este sitio, y cuenta que hace un mes, un tramo de 300 metros, de los 12,9 kilómetros que la comprenden, es oscuro y peligroso. 

El alumbrado público es deficiente. La cadena de iluminación no es continua en unos puntos, mientras que en otros ninguna luz se enciende cuando cae la noche. “En esta zona ya ha habido reportes de gente que se parquea en la cuneta de la carretera para no pagar parqueo adentro del aeropuerto y se han escapado de que los asalten. Es bien oscuro ese sector. En otros casos han dejado los carros estacionados en zonas no permitidas y se han llevado cerebros, llantas de emergencia”, añade. 

El comandante del Distrito Tumbaco, Fernando Quiroga, dice que en lo que va del año ya contabilizan 19 delitos en la zona. Siete más que en el período pasado.

Los más recurrentes son robos de vehículos, de autopartes, a personas y a domicilio.

A la vez, manifiesta que en febrero conocieron de la presencia de una presunta banda delictiva que atracaba a quienes se parqueaban cerca del aeropuerto, atacándolos generalmente en la noche y madrugada. 

“Hace unas semanas estamos trabajando con una unidad especial de la Policía para desarticular estas bandas que operan en el sector. Hay que recordar que esta delincuencia es de oportunidad. Esperan a que la gente cometa errores de este tipo o similares para atacar. Es mejor estacionarse en sitios seguros, en lugar de correr riesgo por ahorrar unos dólares”.   

En la avenida Simón Bolívar, el panorama no es mejor. Esta arteria vial, que va desde el extremo norte de la urbe, hasta la curva de Santa Rosa, al sur, cubre 55 kilómetros de recorrido. De estos, casi 400 metros están sometidos a la oscuridad

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El mayor conflicto vehicular está en una curva ubicada frente a un campus universitario. El tráfico se intensifica y a la vez, los ciudadanos, cuyos carros tienen fallas mecánicas, lidian en tinieblas, exponiéndose a la posibilidad de ser atracados o arrollados.  

En otro punto, sobre la Panamericana Norte, desde la parroquia Calderón hasta Guayllabamba (58 kilómetros), la situación es igual.

Las luminarias de casi dos kilómetros están inhabilitadas. Divisar la señalética es casi un reto, y los vehículos pesados y livianos circulan con precaución para evitar colisiones.

Ernesto Clavón circula con frecuencia por esta zona. Añade que la falla eléctrica ya supera el mes. Pero como medida de precaución, para evitar choques y robos, conduce despacio y no frena. Tampoco presta ayuda a personas que transitan por esta autopista.

“No se sabe si es gente buena o mala, peor en las tinieblas en que se conduce. Se ha oído de maleantes que salen de la nada y atracan, por eso es mejor evitar cualquier contratiempo y pasar de largo”. 

EXPRESO se contactó con la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) y la entidad mencionó que la principal causa para que exista este desfase es el robo de los cables de los postes de luz.

Además, indicaron que la institución invierte cinco millones de dólares en la operación y mantenimiento de este servicio para toda la capital. Actualmente existen cerca de 290.000 luminarias en las vías, calles y parques.  

Los delincuentes aprovechan la oscuridad. Hace dos semanas, un señor se bajó a comprar en la bomba, antes de entrar al aeropuerto y le robaron la llanta de emergencia. 

Carlos Guacupal, usuario de la Ruta Viva

Asimismo, asignaron 1,2 millones de dólares en el cambio de 2.500 lámparas antiguas a unas con tecnología LED. Al parecer por la reducción del consumo eléctrico.

Sobre las fallas técnicas dijeron que fueron resueltas el mismo día que se reportaron, pero este Diario verificó que aún persisten los inconvenientes.