Quito

WhatsApp Image 2022-07-12 at 4.37.30 PM
Patrullajes. Miembros de la Policía efectúan patrullajes constantes para verificar si es que existen novedades.Cortesía

El parque La Carolina deja de ser un lugar confiable

Deportistas y visitantes que acuden a ese espacio verde del norte de Quito están alertas por los robos Los residentes piensan hasta contratar seguridad privada

La inseguridad les ‘pisa los talones’ a los visitantes del parque La Carolina, norte de Quito. Las medidas de autocuidado han sido una forma de “mantenerse a salvo”, dice Cristian Sotomayor.

Durante más de dos décadas ha vivido por la zona, pero no la recuerda tan peligrosa como ahora. Acude al lugar frecuentemente. Está cerca de la clínica veterinaria en la que trabaja, así que sale a pasear con sus peludos. “Para mí es mejor evitar ciertas horas”, describe.

obras Rumiñahui

Negocios golpeados por las obras en la Gral. Rumiñahui

Leer más

Aunque estas acciones preventivas lo han ayudado, no son 100 % efectivas. “Existe un chat de vecinos en el que se conoce todo el tiempo de asaltos y microtráfico”, cuenta Esteban, hijo de Sotomayor. Para él, el problema es la desorganización de la Policía.

Hay dos Unidades de Policía Comunitaria (en la Cruz del Papa, en el lado occidental del parque, y otra en el Quicentro, en el norte). Pero cuando se registra un incidente, ambas se “botan la pelotita”, añade. “Están pensando en contratar seguridad privada”, lamenta.

Esto deja en indefensión a quienes transitan por el espacio recreativo que tiene 64 hectáreas. El fin de semana, la policía realizó un operativo en el sitio. Los agentes fueron en busca de personas armadas. No hallaron novedades.

“Eso es raro porque el jueves (7 de julio) que me asaltaron con un cuchillo hubo gente que me auxilió y me contó que es muy común esta modalidad de robo”, detalla Andrés Alarcón. Fue al mediodía. A pocos metros había deportistas, personas con sus mascotas y comerciantes.

El domingo, el espacio público se convierte en un sitio familiar. Y, aunque eso repele a los asaltantes armados, no aleja del todo a los choros. “Se aprovechan del descuido de la gente y sacan el teléfono o la cartera”, cuenta.

María Fernanda Íñiguez visita el espacio público prevenida. Ha escuchado sobre los robos que se han dado en el lugar en los últimos meses.

“Acá, donde hay muchas personas (cerca de la laguna) me siento tranquila, pero no me iría a meter por zonas desoladas”. En abril pasado, una mujer fue apuñalada por su pareja en el parque. “Fue un domingo, cuando se supone que es más concurrido”.

A Javier Cantos, un turista guayaquileño, su hermana también lo alertó sobre la inseguridad en el parque. “Es un lugar bien bonito. No he visto policías, al menos, por aquí adentro. Siempre hay que estar pendiente”, expresa.

Algo en lo que coinciden los visitantes es que la mala fama de La Carolina disminuye el turismo y compromete la economía de los comerciantes que trabajan a diario allí.

La Policía coordina las tareas

Doris Viteri, jefe de Policía del Distrito Eugenio Espejo, aclara que todas las unidades del sector están operativas para responder a las emergencias y que el Sistema ECU-911 o los oficiales de cada circuito son quienes direccionan el personal hacia los eventos registrados.

“Estamos en un plan piloto que se inició antes de las manifestaciones. Se hacen operativos para trabajar en el tema de la inseguridad”, explica.

Cuando encuentran personas armadas retiran estos elementos y verifican antecedentes penales.

  • Multa. Una remuneración es la multa para las personas que porten armas en espacios públicos sin justificación.

  • Actuaciones. La policía, cuando encuentra personas con armas blancas, informa a los agentes municipales para que sancionen de acuerdo a la normativa.