Quito

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Los residentes guardan el líquido vital en contenedores, para ayudarse ante los inesperados cortes del servicioKátherin Heredia

En Guayllabamba la escasez de agua potable persiste desde hace meses

Los habitantes de esta zona rural exigen a las autoridades soluciones urgentes. Los cortes de agua son inesperados y el agua de tanquero llega sucia

Los moradores de la parroquia rural de Guayllabamba, en el nororiente de Quito, están cansados del desabastecimiento de agua potable, de los cortes inesperados del servicio y de la sequía de hasta ocho días a la que los han sometido la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).

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Yolanda Castro vive en la zona central y cuenta que este malestar lo enfrentan desde hace tres meses, aproximadamente. "Menos pensado uno se levanta y ya no hay agua y ni siquiera avisan, pero lo peor es que cortan el servicio cinco y hasta ocho días. Es una desgracia lo que vivimos aquí. Ya estamos cansados de esta situación, del pésimo servicio que, pese a que no nos lo dan, las cartas de agua llegan con los mismos valores a pagar", asevera. 

Esta parroquia es conocida por el turismo, principalmente durante los fines de semana y feriados. La gastronomía típica es uno de sus fuertes y según Castro, el problema de agua dificulta mucho las tareas de los comerciantes. Ella, por ejemplo, tiene una tienda de abarrotes y un restaurante de comida costeña. Para no suspender su medio de sustento adquirió canecas y baldes de plástico para almacenar el líquido vital, cuando éste regresa, por supuesto. En ollas y otros cuencos también recoge lo que más puede. 

"No queda de otra. Hemos consultado con la empresa y lo único que dicen es que se han dañado unas turbinas de la planta de Pifo y que no encuentran los repuestos, que por eso nos cortan cuando quieren", agrega molesta.

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Apurados. Cuando el tanquero llega, los guayllabambeños salen con cualquier tipo de recipiente para tomar aguaCortesía

Desde otro establecimiento, Johana Quishpe manifiesta que en los últimos meses les han restringido el acceso al agua, por lo menos una vez por semana, durante cinco días, pero "la última vez nos quitaron ocho días. Ahora les ha dado por suspender el servicio y contentarnos con tanqueros que mandan. Ni eso es bueno, porque la última vez que fue el lunes, que no tuvimos agua, llegaron esos camiones con agua sucia, turbia. No quedo de otra que cogerla y hervir para poder cocinar".

sin agua potable

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Según la joven, la Epmaps ya les suministró el servicio el martes 14 de febrero, pero a cuenta gotas. Para ella, que vive en el tercer piso es imposible darse una ducha y mucho menos puede cocinar. Debe tomar agua en la planta baja, a donde, llega muy poco el líquido. 

"Otra cosa que han cogido es justo suspendernos el agua cuando son feriados. Parece que lo hacen adrede. Justo cuando más se mueve el comercio en la parroquia nos ponen en apuros", reclama. 

El domingo 12 de febrero, un grupo de afectados realizó una protesta y paralizó la circulación vial en el redondel de Guayllabamba, impidiendo el paso de los vehículos hacia el norte del país, así como hacia el sur. Si la situación no se normaliza, la gente advirtió que este mecanismo de reclamo podría repetirse en los próximos días. 

EXPRESO se contactó con la Epmaps para solicitar una versión. Al respecto, las autoridades manifestaron que este inconveniente fue por una falla que “se presentó debido a un taponamiento en la línea de transmisión desde el tanque Chaupiestancia hasta el tanque Otón de Vélez, que tiene una longitud aproximada de 8 km, la cual fue revisada tramo a tramo. El agua se restableció el lunes, poco a poco”.

Othón Zevallos, gerente de la entidad municipal, indicó que esta parroquia será una de las ocho beneficiadas por el proyecto Paluguillo, el mismo que concluirá el 30 de marzo de 2023 y permitirá el correcto abastecimiento de agua para las parroquias que están al nororiente de Quito.

“Gracias a este proyecto se resolverán definitivamente los problemas que hoy en día hay. Será la solución para los próximos 30 años. En este gran trabajo se invertirán 27 millones de dólares”, finalizó el funcionario municipal.