
Falta de planificación frena el desarrollo urbano en Puembo
El traslado del aeropuerto de Quito, la pandemia y el deterioro urbano de la capital hicieron de esta zona un lugar atractivo
Por décadas, Puembo fue campo. Entre sembríos de cebada y trigo, familias como la de Juan Paillacho crecieron al ritmo de las cosechas, del agua que bajaba del río por canales artesanales y del fuego de leña para cocinar. La energía eléctrica llegó apenas en 1975. El agua potable, un poco antes, recuerda Paillacho. Hoy, el paisaje ha cambiado. Las aves que volaban en ese cielo azul han desaparecido. Las casas pequeñas conviven con quintas y grandes urbanizaciones de lujo.
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Expansión urbana en Puembo
Puembo, una parroquia de 31 kilómetros cuadrados y de unos 30 barrios, celebró en julio sus 455 años de fundación. Ahora este valle es un atractivo para quienes dejan Quito. Pero su desarrollo urbanístico avanza a paso lento, y sin una planificación.
Paillacho explica que el origen del auge inmobiliario y el despunte urbanístico empezó cuando el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre llegó a Tababela, en 2013, a 23 minutos de Puembo en auto. La terminal aérea, ubicada a 15 kilómetros de distancia, trajo consigo dos infraestructuras clave: la vía Collas y la Ruta Viva, inauguradas en 2014.
“Eso acortó distancias y abrió un brazo adicional al urbanismo de Quito”, señala el ingeniero civil Patricio Álvarez, miembro de Constructores Positivos.
El desarrollo urbanístico, entonces, se desplazó hacia los valles. Fue cuando Puembo dejó de ser destino de paseo o de fin de semana. La gente comenzó a quedarse. Paillacho comenta que se multiplicaron los conjuntos habitacionales.
Álvarez también manifiesta que el éxodo de los barrios residenciales de Quito responde a la pérdida de vitalidad urbana en el centro capitalino. “Los barrios se envejecieron”, asegura. ¿Por qué? El experto sostiene que el municipio y la academia no han pensado en una regeneración urbana.
Entonces, “ante una ciudad vieja, la gente sale de allí porque quiere mejores viviendas, con áreas verdes, terrazas, mejor clima”, añade. Y eso lo encuentra en Cumbayá, Tumbaco… y en Puembo, explica.

Álvarez indica que para frenar el éxodo, los alcaldes de Quito han intentado cambiar la zonificación de Puembo y del valle con ordenanzas. Es decir, han disminuido la capacidad de construcción: límites de pisos de altura, han reducido el coeficiente de suelo. Pero la demanda sigue. Hoy el metro cuadrado de vivienda en Puembo cuesta entre 1.050 y 2.000 dólares.
Pero lo que pudo ser una oportunidad para repensar el crecimiento urbano y consolidar las maravillas que esconde esta parroquia, derivó en una expansión sin planificación. Así lo confirma una tesis académica de 2022 que proyecta la expansión urbana de Puembo al año 2030.
La investigadora Esther Guascal concluye que sin intervención estratégica, el crecimiento desordenado podría consolidar un territorio fragmentado, excluyente y con baja calidad de vida.
De hecho, ya existen problemas con los servicios básicos, por ejemplo, la distribución de agua. Paillacho comenta que él y otros vecinos han tenido que construir cisternas para asegurar el abastecimiento.

Movilidad, un tema pendiente
Para el coronel Jaime Borja, vocal de cultura de la Junta Parroquial, el verdadero hito del desarrollo urbanístico fue la pandemia de 2020. Antes de esa fecha, “las urbanizaciones se podían contar con los dedos de la mano; después ya no”. Hay decenas de anuncios de venta de casas y departamentos en conjuntos habitacionales.
Pero los desafíos superan los recursos. Uno de los principales problemas es la movilidad. Esta zona del valle tiene una sola vía de acceso principal. En horas pico, el tráfico es caótico. Además, no hay muchas alternativas para mejorar la vialidad. “Puembo es una península rodeada por tres ríos: el Chiche, el Guambi y el Guayllabamba”, señala Borja. Por eso, es muy difícil abrir nuevas entradas o salidas, menciona.
Para aligerar el tráfico alrededor de la parroquia, la opción viable sería terminar la tercera fase de la Ruta Viva, un proyecto aún pendiente. “Pero realmente la solución es una planificación”, insiste Álvarez.
Según el coronel Borja, además, el “golpe inmobiliario” trajo consigo tensiones sociales. El ingreso de cadenas comerciales, farmacias y restaurantes ha desplazado a los pequeños negocios. El parque central ya no es punto de encuentro sino, a veces, una cantina improvisada. Se reportan asaltos en moto, venta de droga, vecinos que ya no salen de noche, lamenta.
Mientras tanto, las proyecciones del estudio académico alertan que, si no se actúa, la expansión será insostenible. El escenario más favorable plantea un crecimiento controlado, con accesibilidad, servicios y respeto al entorno natural. Pero lograrlo requiere lo que hasta ahora ha faltado: planificación
En Puembo residen cerca de 18.000 personas, con una población mayoritariamente joven. El presupuesto anual del Gobierno Parroquial asciende a 380.000 dólares, de los cuales, el 70% se invierte en obras públicas. Entre las intervenciones más recientes se destacan asfaltados, adoquinados y la rehabilitación de la antigua estación del ferrocarril, ahora convertida en un centro turístico.
Sin embargo, este valle enfrenta serios retos en materia de movilidad. Puembo cuenta con una única vía principal de ingreso y salida, lo que genera un tráfico intenso en horas pico, que también afecta a los usuarios del aeropuerto.