
Otro estado de excepción no frena la violencia en Quito
En enero, Pichincha estuvo entre las 10 provincias con más casos de muertes violentas en Ecuador
Este 11 de marzo de 2'25, Quito cumple una semana desde que el presidente Daniel Noboa, por decreto, renovó el estado de excepción debido al “desbordamiento de los actos violentos”.
A la capital se la incluyó en el decreto en octubre de 2024. El documento de ese entonces señalaba que los asesinatos pasaron de 31 (del 8 de enero al 27 de septiembre de 2023) a 33 (en el mismo periodo del año pasado). Pero entre el 1 y 27 de septiembre, los asesinatos pasaron de uno en 2023 a nueve en 2024, una variación del 800 %.
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La medida no ha frenado las muertes violentas en la ciudad. De hecho, en enero de 2025, que se convirtió en el inicio de año más violento de la historia del Ecuador con 781 homicidios intencionales, Pichincha estuvo entre las 10 provincias con más casos. Solo ese mes se registraron nueve muertes violentas. Y la cifra va en aumento.
Violencia en Solanda
Uno de los sectores más afectados es Solanda, que pertenece al distrito Eloy Alfaro. En este populoso barrio del sur de Quito, en 26 días (del 7 de febrero al 2 de marzo) hubo cinco muertes violentas y cuatro de ellas ocurrieron en la calle conocida como la Jota.
“Ya tienen claro por quiénes van. Creo que hay una disputa de territorio y la solucionan atacando a sus rivales”, comenta el dueño de un negocio de venta de comida para mascotas de la zona, quien prefirió omitir su nombre.
Michael, otro ciudadano, tiene la misma percepción y agrega que el temor persiste porque en uno de esos ataques, alguien que transite por esta comercial calle podría resultar herido.
Pese a que tras los ataques armados se han efectuado más operativos policiales y militares, para Rosario López, presidenta del Comité Barrial de Solanda, no es suficiente. Por eso pide que los controles sean permanentes y con más efectivos.
“Somos más de 200.000 personas y el número de uniformados no es suficiente para esta zona tan conflictiva. Vivimos en zozobra y con miedo de salir, por una bala perdida”, dice.

Más operativos y controles
Paola Suárez, coronel del distrito Eloy Alfaro, señala que los circuitos Solanda y Santa Anita son los más críticos y los que tienen el mayor número de muertes violentas. Por ello se han reforzado los controles a vehículos y el registro a personas, parques y callejones.
En la zona también han sido identificadas personas con antecedentes penales e incluso cabecillas de grupos de delincuencia organizada.
Con las cifras que enfrenta la ciudad en cuanto a muertes violentas y otros delitos, para Diego Pérez, docente e investigador en temas de seguridad, la implementación de los estados de excepción no ha evidenciado un cambio sustancial y más bien la situación se ha tornado más compleja.
Estima que, al menos en el corto plazo, el escenario no cambiará, por lo que el Estado debe buscar mecanismos de protección en los sectores identificados como críticos e implementar acciones urgentes.
Para Katherine Herrera, especialista en investigación en seguridad y defensa nacional, se debe generar una política integral en seguridad; además de que el aparataje estatal y local debe centrarse en la niñez, adolescentes y adultos mayores, impulsando programas sociales y recuperando el espacio público.
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