Tiburón
Rastreo a una tiburón martillo en Galápagos desvela posible migración a Panamá para parir.EFE

Rastreo a un tiburón martillo en Galápagos desvela migración a Panamá

La especie nada hasta aguas del Caribe para dar a luz a sus crías

El rastreo satelital a un tiburón martillo común (sphyrna lewini), al cual le fue colocado un dispositivo de seguimiento en las Islas Galápagos (Ecuador), ha desvelado la posibilidad de que una parte de hembras de esta especie de escualos migre para parir, pues los científicos creen que pudo haber dado a luz en aguas panameñas.

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La investigación logró documentar lo que sería la primera migración para parir registrada científicamente del tiburón martillo común, una especie en peligro crítico de extinción.

Así lo constataron expertos del programa de ecología y conservación de tiburones de la Fundación Charles Darwin (FCD), del Centro de Investigación de Tiburones de la Fundación Salvemos Nuestros Mares y del Instituto de Investigación Guy Harvey de la Universidad Nova Southeastern (Estados Unidos), junto con la Dirección del Parque Nacional Galápagos.

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El tiburón marcado -una hembra adulta con un abdomen visiblemente distendido, lo que sugiere un estado tardío de embarazo- viajó por el océano Pacífico, entre las Islas Galápagos, la costa de Panamá y aguas internacionales al oeste del archipiélago, según informó este jueves la FCD.

Seguimiento de siete meses

Usando equipos especiales para reducir el estrés del tiburón, los científicos colocaron en la base de la aleta dorsal de 'Alicia', -como llamaron al escualo-, un transmisor satelital remolcado en febrero de 2023, en la isla Darwin, donde se quedó más de dos meses.

Este dispositivo, diseñado para parecerse a un pez rémora nadando junto al tiburón, permitió seguir los movimientos de esta hembra de más de 2,7 metros, y conocer su ubicación en tiempo casi real cada vez que se acercaba a la superficie del océano.

A inicios de mayo, nadó 1.300 kilómetros hasta el Golfo de Chiriquí, en la costa de Panamá, un área de crianza conocida para esta especie.

Tras seis días en aguas panameñas -donde se cree que parió entre 15 y 30 crías-, migró unos 3.000 kilómetros hacia el oeste, estableciéndose a finales de julio en aguas internacionales a más de 1.800 kilómetros al oeste de la Reserva Marina de Galápagos (RMG), donde se tuvo la última señal el 3 de septiembre, momento en que se agotó la batería del transmisor.

Durante casi siete meses de monitoreo, Alicia recorrió cerca de 6.000 kilómetros, el seguimiento satelital más largo registrado hasta la fecha para un tiburón martillo común.

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