
Manabí: cuatro cadáveres fueron arrojados en un barranco del cantón Pichincha
La violencia no se detiene en Manabí: cuatro personas fueron asesinadas en Aguas Blancas
La mañana de este martes 11 de noviembre, alrededor de las 07:00, fueron encontrados cuatro cadáveres en un barranco del sector Aguas Blancas, en el cantón Pichincha, provincia de Manabí.
Según información preliminar de la Policía Nacional, las víctimas presentaban aparentes impactos de bala. El hallazgo se produjo tras una alerta emitida por el ECU 911, que reportó la presencia de varias personas sin vida en la zona.
Difícil acceso complicó el operativo policial
Los agentes que acudieron al sitio informaron que los cuerpos fueron encontrados cerca de una vía de tercer orden, lo que dificultó el patrullaje y las labores de levantamiento. Además, se confirmó que los cadáveres se encontraban dentro de una propiedad privada, en un área de difícil acceso.
Identifican a una de las víctimas
Durante las primeras horas de la investigación, una de las víctimas fue identificada como Ariel Quiñónez, un joven originario de la zona El Guayacán, en la ciudad de Quevedo. Vecinos de ese sector lo describieron como un joven cristiano, de buena reputación, y afirmaron no comprender las circunstancias que rodearon su muerte.
Los familiares del joven acudieron a la morgue de Quevedo con la esperanza de encontrar los restos, pero los cuerpos no fueron trasladados allí por tratarse de un caso bajo jurisdicción manabita.
Fiscalía abre investigación
El fiscal de turno fue notificado para iniciar las diligencias correspondientes y determinar las circunstancias del crimen. Hasta el momento, no se registran testigos que hayan observado o escuchado algo relacionado con el hecho.
La Policía mantiene el sector bajo resguardo mientras continúan las pericias para esclarecer lo ocurrido.
Manabí, una provincia golpeada por la violencia
Hasta la fecha, la provincia de Manabí atraviesa una alarmante escalada de violencia que ha dejado más de 1.070 muertes en lo que va del 2025, cifra que la convierte en la más sangrienta de su historia reciente.
De acuerdo con las autoridades, el incremento de los crímenes estaría vinculado principalmente a la disputa territorial entre organizaciones delictivas que se enfrentan por el control de las rutas del narcotráfico y otras economías ilícitas que operan a lo largo de la franja costera.