
Flor de Mangle, legado cultural en Muisne
El proyecto avanza hacia su tercera generación con varios desafíos
El 20 de diciembre del 2000, la isla de Muisne, un rincón del sur de Esmeraldas, vio nacer al grupo Flor de Mangle, un proyecto que se convertiría en un baluarte de la cultura local. Allí, sus integrantes querían continuar con el legado de la desaparecida agrupación Piacuil.
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Leiver Nazareno, su director y decimero, recuerda que “al principio teníamos 30 niños. Muchos crecieron, y ahora son adultos que forman parte del grupo de 16 integrantes”.
Cada año, participan en el Festival Afro-Montuvio en Calceta, Manabí, donde despliegan su arte a través de décimas, versos, música y danza esmeraldeña. “Es un espacio donde podemos mostrar nuestra herencia cultural y compartirla con otros. Aquí no solo se aprende a bailar; también enseñamos a crear décimas, teatro, música y canto”, dice Nazareno.
El grupo busca brindar una alternativa a niños y adolescentes en “los barrios donde hay mayor incidencia de jóvenes en riesgo”, explica. Antes, ensayaba en el barrio Florida. “Era un lugar donde muchos chicos venían a aprender e integrarse. Fueron tiempos dorados, hasta que el apoyo se fue y nos quedamos solos”, recuerda.
Proyecto de apoyo a jóvenes
La iniciativa refleja el impacto positivo que ha tenido en la vida de muchos jóvenes, creando un sentido de pertenencia y orgullo por sus raíces.
Rosa Merino, madre de dos jóvenes que crecieron en el grupo, señala que “Flor de Mangle ha sido un refugio para mis hijos. Aquí aprenden sobre nuestras tradiciones y se mantienen alejados de las malas influencias. Es un lugar donde se sienten valorados”. Para los jóvenes, en cambio, “es un orgullo representar a la comunidad en festivales”, asegura Juan Montalvo, quien se integró a la agrupación desde niño.

Actualmente, Flor de Mangle busca respaldo para desarrollar talleres vacacionales, “pero aún no hay confirmaciones”, lamenta Nazareno.
Las presentaciones suelen ser remuneradas, pero en ocasiones las solicitan afuera de Muisne, lo que dificulta la continuidad de su labor. “Queremos seguir preparando y capacitando jóvenes en torno a nuestra historia, saber de dónde venimos para trazar un camino hacia dónde vamos”, insiste el representante.
El proyecto es un testimonio de resiliencia y dedicación. En tiempos de incertidumbre, el grupo brinda un faro de esperanza y resalta la importancia de la cultura en la comunidad.
- Origen. El nombre Flor de Mangle está ligado a la cercanía del manglar con la comunidad y su importancia en los pueblos costeros.
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