
“Danza y Ritmo en Acción”: la banda juvenil musical que hace patria con música
‘Danza y Ritmo’ participa en los desfiles culturales del país. Con cumbias y ritmos locales conquista a sus espectadores
Los redoblantes marcan el paso. Tras ellos, trompetas, liras y tambores hacen vibrar el aire. La gente se detiene a mirar y aplaudir cuando la banda musical Danza y Ritmo en Acción irrumpe en un desfile cívico. Son jóvenes disciplinados, vestidos con uniformes impecables, que avanzan al ritmo de melodías que van desde lo marcial hasta lo popular.
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No cobran por presentarse. No hay contrato ni tarifa. Solo hay civismo y la pasión de 57 integrantes —niños, adolescentes y profesionales— que han decidido entregar su tiempo y talento a la comunidad.
Lo que antes se conocía como bandas de guerra colegiales, hoy tiene un nuevo rostro. Danza y Ritmo en Acción nació hace 6 años con esa tradición, pero pronto entendió que podía darle un giro. Ahora, junto a las marchas marciales, interpretan cumbias, y hasta arreglos de música popular, logrando que el público se identifique y disfrute cada presentación.
“Queríamos que no se quede solo en lo militar. La música también es alegría y cultura”, explica Edwar Gonzabay, uno de sus directores con 22 años de trayectoria como instructor de bandas musicales.
Pero llegar hasta ahí no ha sido fácil. Los viajes a otras ciudades, la compra de instrumentos y la confección de uniformes significan gastos que la banda no puede cubrir con presentaciones gratuitas. La respuesta ha sido el trabajo colectivo: rifas, bingos, ventas de comida y actividades comunitarias que, además de recaudar fondos, fortalecen el espíritu de unión entre los integrantes, dice Gonzabay.
“Cuando alguien compra un número de rifa, no solo ayuda a un joven a tener su uniforme; también se convierte en parte de nuestra música”, comenta Fanny Lázaro, madre de uno de los percusionistas.

En los ensayos, que suelen prolongarse hasta la noche, la disciplina es clave. Cada integrante sabe que la puntualidad, la práctica y el respeto son tan importantes como tocar una nota afinada.
“Aprendemos a trabajar en equipo, a ser responsables y a no rendirnos”, cuenta Addiel Vera Zapata, líder del grupo que toca las liras, y quien sueña con estudiar música en la universidad.
La banda, además de ser un espacio artístico, funciona como una escuela de valores. Muchos padres reconocen que sus hijos han cambiado desde que ingresaron: más responsables, más comprometidos, más conscientes de que el esfuerzo colectivo logra metas grandes, expresa Freddy Sánchez Orrala, otro de los instructores.
Hoy, Danza y Ritmos es invitada habitual en aniversarios cantonales, fiestas patronales y actos culturales. Ha estado en Guayaquil, Durán, Santa Elena, Progreso, Posorja, El Morro y otras ciudades, y en todos los actos cívicos de Playas. Su presencia no solo anima, también simboliza unidad y compromiso ciudadano. Allí donde suena su música, se enciende un espíritu de orgullo local.
El grupo cumplió 6 años de ritmo
Danza y Ritmos que el 13 de agosto cumplió 6 años, es, en esencia, un movimiento cultural sostenido por la juventud y sus familias. Una agrupación que recuerda que la música también puede ser un acto de servicio, de civismo y de amor a la comunidad. “Cuando tocamos en otra ciudad y la gente nos aplaude, sentimos que estamos representando a todos, no solo a nosotros”, dice el Licenciado Fernando Zapata, uno de los profesionales integrante de la banda.
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