Alianzas políticas impensables

"La colusión política y el tráfico de influencias son caminos bordeados por la corrupción; los interesados cuentan con los medios y el poder para comprar conciencias y bolsillos; alianzas cuyo propósito es ¡hacer negocios!"

La búsqueda de entendimientos políticos para lograr la gobernabilidad tiene límites trazados por las posiciones, intereses e ideologías de los actores. Más allá del dicho de que “en política uno sabe con quien se acuesta, pero no con quien se levanta”, hay acuerdos, alianzas y conductas que no son explicables a la luz de las razones de Estado o de las conveniencias nacionales.

Dicho de otra forma, hay “líneas rojas” que, cuando se cruzan, producen alarmas tempranas acerca de los verdaderos intereses, ocultos y nada edificantes, que están en juego cuando adversarios, de otra forma irreconciliables, se juntan en el mismo equipo. Todas las explicaciones posibles desembocan en los intereses económicos que están en juego con tal o cual obra de infraestructura, o en proyectos en los cuales los actuantes tienen ambiciones económicas. La colusión política y el tráfico de influencias son caminos bordeados por la corrupción; los interesados cuentan con los medios y el poder para comprar conciencias y bolsillos; son alianzas impensables cuyo propósito no es hacer política, sino ¡hacer negocios! Se trata de prácticas aberrantes que no son tolerables y por ello merecen nuestra enérgica denuncia.