Vivir en la oscuridad

El periodismo es la antorcha que brinda algo de luz en medio de la sombra, esa que ciertas autoridades intentaron, intentan e intentarán apagar con denuncias y con otras formas de amedrentar

La sombra se está convirtiendo en parte del paisaje. Salen a la luz contratos y relaciones laborales con el sector público del círculo cercano a la alcaldesa y nadie dice nada. Que una empresa de dudosa reputación obtuviera jugosos contratos con la Prefectura en la administración de los dos funcionarios que precedieron a la actual prefecta, pasa desapercibido.

Ecuador simplemente se acostumbró a vivir rodeado por la oscuridad. Las noticias de irregularidades y de uso desmedido e indiscriminado de los fondos públicos se quedan en la sobremesa. La tan ansiada verdad que buscan los medios de comunicación queda oculta en ese fango, tan espeso como el silencio de las autoridades y el letargo de los ciudadanos.

El periodismo es la antorcha que brinda algo de luz en medio de la sombra, esa que ciertas autoridades intentaron, intentan e intentarán apagar con denuncias y con otras formas de amedrentar.

Buscar la verdad debe ser el cometido de todos. Exigir respuestas de las autoridades es parte del quehacer de un medio de comunicación pero debe convertirse también en parte de la agenda de los ciudadanos.

No hay panorama más fértil para la corrupción que acostumbrarse a que lo irregular se convierta en parte del paisaje.