Más de lo mismo, no sirve

Ya ha desnudado el vicepresidente de la República la actual situación de sus hospitales insignia

Sin ánimo de reiteración por afán persecutorio, es necesario recalcar que desde hace algunas décadas el IESS viene siendo una especie de caja chica de los gobiernos en turno, pero, sin duda, la ineptitud y saqueo de sus fondos no tiene parangón en el pasado inmediato con lo ocurrido durante los últimos quince años.

Por eso, parece consecuente con la realidad que sufre la institución mayor de los trabajadores del país, señalar que otra potencial reforma no tiene la capacidad de superar las agresiones recibidas y, por eso, es imprescindible una transformación profunda y drástica de sus estructuras administrativas y modos de acción.

Ya ha desnudado el vicepresidente de la República la actual situación de sus hospitales insignia. No es fácil encontrar palabras adecuadas para describirla, pero indica la necesidad urgente de, esta vez sí: cirugía mayor. En efecto hay que amputar antes de que la septicemia acabe con toda la institución. Valdrá analizar, por ejemplo y con absoluta seriedad, si el IESS puede seguir brindando sus prestaciones a quienes no son sus afiliados.

Haciendo síntesis, cuando estamos cerca del Bicentenario de la Independencia, conviene acoger, adaptándolo al Ecuador, el lema del escudo de Michoacán: Hace doscientos años heredamos libertad, leguemos ahora justicia social.