El silencio no es opción

Parafraseando al Reverendo Martin Luther King, Jr., siempre recordaremos más el silencio de nuestros amigos que el vociferar de nuestros adversarios.

Frente a una elección como la que se presenta, el silencio no es una opción. En democracia tenemos el derecho de reclamar el buen uso de nuestros impuestos, y, paralelo a ello, las elecciones de nuestros mandatarios son los eventos en los que decidimos el país en el que queremos vivir y la sociedad de la cual queremos ser parte.

Ser un elector informado quien, como se dice vulgarmente, no “come cuento”, es esencial para que la democracia sea efectiva. Debemos interesarnos lo suficiente para oír las voces y mensajes de quienes nos quieren servir, leer sus planes de gobierno, entender las implicaciones de sus ideas y propuestas, y compartirlas con nuestros amigos y familiares. Debemos, por sobre todo, ser escépticos cuando las ofertas violan el sentido común prometiendo la cura inmediata de los problemas de la familia, del trabajo, de la seguridad y del bienestar. Nada es gratis y, eventualmente, si callamos, somos todos los afectados y sufrimos las consecuencias. Seamos dignos de vivir en democracia y aspirar a mejores días.