Sin show y sin silencio

Ese es el tratamiento banal a casos con sombras de corrupción. El ciudadano merece respeto y ser informado de todo. 

Las pruebas son la base de toda investigación, ya sea judicial o periodística. Sin la evidencia sólida y contundente la credibilidad de lo expuesto simplemente se desvanece.

El Gobierno Nacional atraviesa un momento intenso. La sombra de la corrupción los cubre. El cuñado del presidente de la República se ve inverso en señalamientos de supuestamente integrar, junto a otras personas, una trama de corrupción en el sector público. El fondo se conoce y la Fiscalía sabrá llegar a una conclusión, pero la forma es la que deja mucho qué desear. El hecho es develado por un medio de comunicación digital sin exponer mayores pruebas, más allá de un audio de uno de los integrantes de esta supuesta estructura, quien ‘desembucha’ todo, y que seguramente no lo habría hecho si hubiese sabido que lo estaban grabando. A la Fiscalía, una vez más, le llega el caso servido. El Gobierno responde minimizando el hecho. De la UAFE y de la Secretaría Anticorrupción, poco se puede esperar.

Ese es el tratamiento banal a casos con sombras de corrupción. El ciudadano merece respeto y ser informado de todo. Los medios tienen la obligación de hacerlo sin caer en el show, y los gobernantes, sin caer en el silencio.