La seguridad ciudadana
Nuevos enemigos requieren una voluntad nacional firme y sólida para derrotarlos
Casi todas las constituciones ecuatorianas han incluido entre los deberes primordiales del Estado el de garantizar la seguridad de los ciudadanos que cobija. La actual lo establece en el numeral 8 del artículo 3. -Son deberes primordiales del Estado: 8. Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una sociedad democrática y libre de corrupción.
¿Cuánto dista el texto constitucional de la realidad vivida por los ecuatorianos desde el 2008 a la fecha? Evidentemente “la teoría es seca y el árbol de la vida es verde”. No cabe entonces simpleza en el análisis, menos todavía cuando se enfrentan nuevos peligros, respecto de los cuales no se cuenta con experiencia en su manejo. Cabe si la decisión de enfrentarlos como un conjunto, olvidando pequeñas o grandes diferencias.
La Nación está viviendo una grave situación. Tiene que predominar la grandeza. No es posible llegar a la conmemoración de los doscientos años de vida independiente encerrados en la prisión del miedo, aterrorizados por el crimen organizado establecido como pandemia. Tenemos que recuperar las libertades que se conquistaron en las faldas del Pichincha. Es claro el llamado de la Patria. No asumirlo es traicionarla. Con un nuevo esfuerzo americano es posible aspirar a la victoria.