Presencialidad impostergable

La educación es sin duda un sector realmente estratégico y determinante del futuro del país

La infraestructura de las instituciones educativas del régimen Costa, que iniciarán clases próximamente, continúan en las mismas malas condiciones que cuando el Gobierno anunció el regreso a la presencialidad, meses atrás.

Postergar el retorno a las aulas argumentando que los establecimientos no están listos para recibir a los estudiantes es inadmisible, no solo por la enorme deserción escolar que produjo la educación virtual debido a la falta de conectividad y dispositivos electrónicos, especialmente en el campo y áreas marginales, sino por el enorme atraso en el ámbito formativo que implicaron los más de dos años de paralización del sector y la significativa afectación psicoemocional de niños y adolescentes por el encierro y la falta de interacción social. Es por ello urgente la adecuación y reconstrucción de escuelas y colegios urbanos y rurales, y el Gobierno deberá destinar los recursos necesarios para ello sin más dilaciones.

Volver a clases presenciales también conlleva la reactivación de una gran variedad de pequeños y medianos negocios cuya actividad fue nula a partir del inicio de la pandemia.

La educación es sin duda un sector realmente estratégico y determinante del futuro del país y como tal debe recibir la atención prioritaria del Estado.