Poner orden en la salud

El jefe de Estado parece haberse visto obligado a estar pendiente del Sistema de Salud para asegurarse de que los planes y acciones programadas se ejecuten con eficiencia y efectividad

Al poco tiempo de haber asumido el mando, el vicepresidente de la República hizo un recorrido por varios hospitales del país para conocer su estado, llegando a la conclusión de que en Ecuador la salud estaba enferma y ofreciendo trabajar duro para resolver los problemas existentes. Sin embargo la situación no cambió. Ahora, tras casi la primera mitad del periodo de Gobierno, es el presidente de la República quien asume el desafío de mejorar los servicios de salud, realizando visitas sorpresivas a hospitales para tener un diagnóstico real y poder tomar correctivos eficaces.

“El ojo del amo engorda el ganado”, dice el refrán. El jefe de Estado parece haberse visto obligado a estar pendiente del Sistema de Salud para asegurarse de que los planes y acciones programados se ejecuten con eficiencia y efectividad. Ello debería llevar a cuestionar la capacidad de los funcionarios que lideran el sector, pues de no lograrse los resultados esperados las razones podrían ser ineptitud, corrupción o en el peor de los casos, boicot.

Para la ciudadanía el buen funcionamiento del Sistema de Salud es prioritario y y que el Gobierno logre su saneamiento podría marcar la diferencia en términos de aprobación de su gestión. Es por lo tanto un logro que sería determinante para el régimen.