Editoriales

¿Qué nos pasa?

'Se aspira a que la Universidad siga siendo la sede del progreso, de la defensa de las libertades, sede de toda la razón’.

Pronto se van a conmemorar doscientos años de vida independiente de Guayaquil. En dos años más se conmemorará la victoria en la batalla del Pichincha y entonces la fiesta debe ser magnífica. Dos siglos siendo libres en la conformación del destino nacional lo ameritan.

 

¿Merecemos los ecuatorianos de hoy, apáticos y exageradamente egoístas, celebrar un patrimonio de lucha por las libertades y de sacrificios enormes en función del interés nacional? ¿Están siendo nuestros centros de educación superior coherentes con ese pasado glorioso y van a presentar o mejor aún, han presentado propuestas orientadas a solucionar los graves problemas nacionales, tal cual la sugerencia de medidas para reactivar la economía, generar exportaciones, incrementar el flujo de divisas, incorporar componentes tecnológicos y de innovación en la producción, fomentar la generación de empleo? 

¿Han planteado sugerencias para detener la grave crisis social que se manifiesta siniestra en el sicariato cotidiano, el irrespeto a las autoridades o una juventud prisionera del consumo de la H? ¿Se ha configurado una propuesta para brindar educación ciudadana por parte de los cientos de miles de estudiantes que gran bien harían si en esfuerzo concertado transmiten normas fundamentales de comportamiento a la población?