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Partidos desnaturalizados

"Es urgente revisar el régimen de partidos imperante, de modo que estos recuperen sus roles"

Cuando los viejos partidos, que respondían a definidos planteamientos ideológicos: políticos, económicos y sociales, se fueron muriendo por agotamiento o por implosión, casi todas las estructuras partidarias que surgieron en su reemplazo nacieron desvirtuadas, tanto que en vez de un ‘aggiornamento’ ideológico, lo único que evidenciaron fue un oportunismo electoralista conducido por liderazgos fofos, con más pretensiones que respaldo popular, y vacíos de contenido intelectual, pero complacientes con las exigencias del ‘marketing’. Así, el país ha llegado a una nueva jornada electoral sin contar con los elementos claves de todo sistema democrático: las organizaciones de los adherentes que como partidos de masas, partidos de cuadros o mixtos respalden un proyecto de nación, elaboren los planes de gobierno y sepan, con decisión y talento, cumplir sus roles fundamentales: realizar amplios programas de difusión doctrinaria, capacitar a sus afiliados, denunciar las violaciones a la Constitución y a las leyes, y los atentados al patrimonio nacional; ejercer acción política en definitiva.

Ahora, huérfanos de esos elementos claves, Ecuador va a salir de un peligroso periodo de patria boba, sin certeza de contar con los elementos capacitados para superarlo con éxito en un próximo período presidencial.