Editoriales

Moneda: valor, usos y riqueza

Vivir libre de los abusos de gobierno alguno que destruyen la moneda es un bien público que debe ser preservado con un manejo idóneo de la política fiscal

En la teoría, toda moneda es fuente de valor y de intercambio, y es numerario de las transacciones. Dicho en castizo: el dinero es apreciado por su valor de intercambio y de uso; su posesión es ansiada como fuente de riqueza del poseedor.

Pero, como todo lo demás, el valor de una moneda depende de la oferta y la demanda. Si hay exceso de oferta (originada principalmente por las emisiones de un Banco Central) la moneda pierde valor adquisitivo y se deprecia; ello conlleva la destrucción de sus usos y funciones. La pauperización de las monedas de Venezuela y Argentina refleja la pobreza generalizada que solo los gobiernos están en capacidad de provocar o permitir que ocurra. El bolívar venezolano pasó de ser una moneda de reserva a tener un poder adquisitivo menor al costo del papel impreso de sus billetes. El peso argentino es rechazado en terceros mercados porque, en definitiva, su tenencia refleja el caos fiscal de ese país.

El mérito enorme de la dolarización radica en defendernos contra los embates de la depreciación de la moneda. Vivir libre de los abusos de gobierno alguno que destruyen la moneda es un bien público que debe ser preservado con un manejo idóneo de la política fiscal.