Con mafias no hay futuro

El pueblo continúa esperando que el poder político haga su trabajo

No ha habido gobierno en el Ecuador que no haya ofrecido acabar con las mafias enquistadas en las empresas e instituciones públicas, pero ninguno, hasta ahora, ha logrado desarticularlas y destruirlas.

Hay grupos de poder organizados para delinquir con las medicinas, insumos y equipos en el Seguro Social y en el Ministerio de Salud Pública. Los procesos de adquisición y mantenimiento hospitalario son pensados y armados para favorecer a dedo y a quienes estén dispuestos a pagar coimas, dejando fuera a los que pueden hacer el trabajo honestamente y a mejor precio. Ciertas empresas extranjeras tienen la representación de las marcas y por tanto exclusividad para dar el servicio y el mantenimiento, aunque para hacerlo subcontraten mano de obra ecuatoriana.Las mafias operan también en las cárceles, en los diversos ministerios del Gobierno central y en los gobiernos locales, y se apoderan del dinero de todos. El presidente de la República tiene pendiente cumplir su ofrecimiento de combatirlas implacablemente hasta derrotarlas, y destinar los miles de millones de dólares que se lleva la corrupción al verdadero desarrollo del Ecuador. La sociedad civil debe pedir cuentas y exigir que así sea, de lo contrario el presente y el futuro del país seguirán secuestrados.