Editoriales

Inseguridad que rompe récords

El Gobierno no logra resolver este tema que, por la magnitud de las cifras que se registran día a día y por la atrocidad con que se comenten los crímenes, amerita acciones contundentes en inmediatas

Apenas a tres días de iniciado el nuevo año, el 2022 ya registraba 12 sicariatos, uno de ellos cometido en una ciudadela privada de Samborondón, evidenciando una vez más que no hay ningún sitio que sea infranqueable para el crimen organizado, pues cuenta con los recursos y las armas que le permiten actuar en cualquier momento, e incursionar en cualquier lugar, ante la indefensión de una ciudadanía desarmada y de fuerzas del orden cuyo accionar se ve limitado por las leyes vigentes.

El Gobierno no logra resolver este tema que, por la magnitud de las cifras que se registran día a día y por la atrocidad con que se comenten los crímenes, amerita acciones contundentes e inmediatas que frenen la escalada de la violencia.

Si no contamos en el país con la experticia que se requiere para controlar un problema tan álgido, es indispensable que el Ejecutivo recurra, como ya se ha propuesto antes, a la contratación de especialistas extranjeros con amplia experiencia en el manejo de este tipo de delincuencia. El presidente de la República incluso propuso la implementación de un Plan Ecuador. Es hora de que se realicen todos los esfuerzos necesarios para hacer realidad la cooperación que haga viable un combate eficaz a las fuerzas criminales que buscan tomarse el país.