Una gran minga anticorrupción

"Para que la minga propuesta, pueda ser posible, la contribución ética de los medios de comunicación masiva es imprescindible"

Hay, como respecto de casi todo, múltiples formas de corrupción. Se requeriría un gran tratado para describirlas.

Es flaca la ética de la condición humana, por fortuna siempre perfectible.

Ahora, es imperativo rescatar la ética pública. Más allá de la pandemia, aun con todos vacunados, condición ‘sine que non’ para salir de la crisis económica es combatir la corrupción que aflige al sector público en todas sus funciones, con escasas salvedades.

Como mucha de esa aberración no podría darse sin la participación de algunos de los sectores privados de la economía, cabe plantear una minga nacional, es decir todos en un esfuerzo colectivo por tratar de erradicar, al menos disminuir, la gigantesca corrupción que azota al Ecuador.

Conociendo que la impunidad, comprada a partir del poder económico y la venalidad de ciertos jueces, contribuye en alto grado, es imprescindible un cambio responsable en la administración de justicia.

La república ha vivido al respecto situaciones macondianas, en ocasiones asumidas como anécdota en un instante de la vida nacional que requiere recuperar valores, autoestima.