Editorial | Un feriado de riesgos y caos vial

Miles de viajeros se vieron obligados a transitar por carreteras en deplorable estado

El reciente feriado largo dejó en evidencia, una vez más, la crítica situación de la red vial del país. Miles de viajeros se vieron obligados a transitar por carreteras en deplorable estado, enfrentando baches, hundimientos, derrumbes y bloqueos parciales. Lo que debía ser un viaje placentero se convirtió en toda una ruta llena de riesgos.

La vía Guayaquil-Cuenca es un claro ejemplo de tramos intransitables. Pero el caso más emblemático se dio en el tramo del puente de Churute (Guayaquil-Naranjal), cuya explosión ocurrida en octubre sigue pasándole factura al sector turístico. El puente Bailey provisional, habilitado para un solo carril, generó atascos de hasta 40 minutos, lo que expuso claramente la falta de capacidad de respuesta ante emergencias. Pero esta situación no es nueva ni exclusiva de la temporada invernal que recién se inicia. Es un problema de fondo que arrastra décadas de abandono y falta de planificación por parte de los gobiernos de turno.

Urge cambiar esta realidad, trabajar en mantenimiento preventivo de carreteras, encaminar proyectos de mejoramiento vial que por años han quedado en el papel o que se ejecutaron con deficiencias. La gestión pública y la inversión en infraestructura de calidad no pueden faltar en un país que busca salir del estancamiento económico y que apunta a ser una potencia turística.