Editorial: ¡Sindéresis, por favor!

La patria está más allá de los intereses de los líderes políticos, y la ciudadanía está cansada de jugarretas y artimañas 

Cada vez que el expresidente prófugo repite que “los corruptos siempre fueron ellos” está declarando que incurrió, si lo sabía y nunca hizo nada para denunciarlos o sancionarlos, en complicidad y/o en encubrimiento de los delitos que esos corruptos cometieron. ¿Cuáles fueron sus acciones para combatirlos? ¿Por qué no dio sus nombres, desenmascarándolos y poniéndolos en manos de la justicia? ¿Para qué entonces le metió la mano a la justicia, como proclamó un sinnúmero de veces durante sus diez años de gobierno?

Hace falta sensatez y coherencia a la hora de proferir sentencias o emitir juicios para no caer en una dualidad a conveniencia, como en el caso de su intención de que se destituya a la fiscal general alegando como causal el plagio de tesis, motivación que ya fue desestimada pero que de aplicarse en un nuevo proceso en el Legislativo debería llevar al movimiento político que dirige el exmandatario a pedir también el retiro del título profesional del exvicepresidente que milita en sus filas, a quien sí se le probó el haber copiado contenido de un sitio web donde se publican “textos, estudios, monografías, apuntes académicos o ensayos” de autores varios. La patria está más allá de los intereses de los líderes políticos, y la ciudadanía está cansada de jugarretas y artimañas que puedan poner obstáculos al Ejecutivo para sacar adelante al país.