Editorial | La seguridad es lo primero y lo crucial

Ejecutivo y Asamblea deben tener en primer lugar en su agenda gestionar medidas y promulgar leyes que lleven a exterminar las acciones delincuenciales

Las extorsiones en Ecuador han tenido un crecimiento exponencial y afectan a toda la sociedad. Aun así no se toman medidas efectivas para detener la expansión de este delito que impide el normal desenvolvimiento de la actividad productiva y de la ciudadanía. Los vacunadores cobran cuotas diarias, semanales o mensuales; valores que van desde unos cuantos dólares hasta cientos o miles, obligando a grandes, medianos y pequeños empresarios, a emprendedores y a informales a entregar gran parte de sus ingresos, cuando no la totalidad de ellos, o incluso montos superiores, llevándolos a endeudarse para cubrir los pagos, a quebrar o hasta a abandonar y cerrar operaciones a fin de preservar la integridad de trabajadores y propietarios. La irracionalidad e inviabilidad de las exigencias de los extorsionadores está conduciendo a un acelerado deterioro del sector industrial, comercial y de servicios, generando el incremento de despidos.

Ejecutivo y Asamblea deben -con urgencia- gestionar medidas y promulgar leyes que lleven a exterminar de raíz tan grave problema. Este, junto con las demás acciones delincuenciales y de crimen organizado son los temas que deben estar en primer lugar en su agenda, para encontrar soluciones y ejecutarlas de inmediato, pues atentan contra la vida de los ciudadanos y destruyen la economía; no intereses particulares.